Lastradas por la preocupación por su sector bancario, las principales Bolsas europeas, a excepción de Francfort, cerraron ayer con nuevas caídas, lideradas por la plaza madrileña, que cerró con un descenso de 2,77 por ciento.
La inminente nacionalización parcial de Bankia, cuarto banco español, arrastró a todo el sector bancario, que sufrió importantes caídas, lo que llevó al IBEX 35 a perder 2,77 por ciento y situarse en 6.812,7 puntos, su nivel más bajo desde julio de 2003.
La jornada en el resto de las principales Bolsas europeas estuvo marcada por la preocupación en la zona euro y los índices se movieron entre el rojo y el verde, según llegaban las noticias.
El FTSE-100 de la Bolsa de Londres cedió 0,44 por ciento, a 5.530,05 puntos, el CAC 40 de la Bolsa de París también acabó en el rojo, tras una caída de 0,20 por ciento, para cerrar en 3.118,65 puntos. Sólo el DAX de la Bolsa de Francfort acabó con una subida 0,47 por ciento, en 6.475,31 puntos.
El Gobierno español anunció que podría nacionalizar parcialmente Bankia. La operación consistiría en transformar en acciones la deuda de unos 4.500 millones de euros que el primer accionista de Bankia, Banco Financiero y de Ahorro (BFA), tiene con el Estado.
Por su parte, los inversionistas se lanzaron en masa de nuevo a la compra de deuda alemana, cuyo interés a 10 años bajó a su mínimo histórico, al tiempo que la deuda de España siguió padeciendo la creciente incertidumbre política en Grecia.
El país toma prestado muy barato: el Tesoro alemán colocó 4.000 millones de euros de bonos a cinco años a un interés de 0,56 por ciento, el más bajo de toda su historia. El rendimiento de los bonos alemanes (Bund) a 10 años marcó un nuevo mínimo desde la creación de la zona euro.
De otro lado, Atenas se hunde en una crisis política tras los resultados de las legislativas del domingo, en las que los Partidos favorables a continuar el plan de austeridad impuesto por la UE y el FMI no lograron la mayoría (149 escaños de 300).
Sin embargo, Grecia recibirá hoy, tal como estaba previsto, 5.200 millones de euros de sus acreedores públicos, pero la entrega de siguientes tramos de ayuda está en el aire si el país no aplica la política de rigor marcada por sus prestamistas. Y con ello, Atenas amenaza quiebra.
Cada vez más son los expertos que predicen una salida de Grecia de la zona euro. Este incierto contexto penaliza particularmente a la deuda española.
Las tasas de interés del bono de deuda español a 10 años volvieron a pasar por encima de 6 por ciento por primera vez desde mediados de abril (a 6,027 por ciento por 5,817 por ciento la víspera).
La situación del país preocupa mucho, especialmente por las condiciones de sus bancos, muy expuestos a un sector inmobiliario en pleno marasmo.
El debate sobre el crecimiento económico en Europa también inquieta en los mercados, en especial, la división que muestran los socios europeos a la hora de tomar posición. /AFP