Una mejor percepción de seguridad está invadiendo a los bogotanos, tras las campañas a la disminución del porte de armas y sobre todo a la labor de las autoridades en calles y avenidas.
Precisamente, la Encuesta de Percepción y Victimización de la Cámara de Comercio de Bogotá, que realizó durante los dos últimos fines de semana de noviembre y los tres primeros de diciembre de 2011 a 9.005 ciudadanos, señala que la victimización tuvo una reducción de 29 puntos porcentuales en el segundo semestre de 2011, al pasar de 49 por ciento a 20 por ciento, frente al mismo período de 2010. La victimización directa se ubicó en 7 por ciento y la indirecta en 13 por ciento.
Los ciudadanos reportaron que la victimización directa se redujo en casi todas las Localidades, excepto en Santa Fe, la cual presentó el mayor nivel de victimización, junto a Teusaquillo y Fontibón.
Mientras tanto el hurto a personas fue el delito más común, señaló 78 por ciento de las víctimas. A pesar de que el robo a celulares registró una reducción de 16 puntos frente a la medición del año anterior, este sigue siendo el objeto más hurtado (37 por ciento), seguido de objetos personales (29 por ciento) y dinero (24 por ciento). Respecto a la modalidad, se ubicó en primer lugar el hurto de dinero después de realizar una transacción financiera.
57 por ciento de quienes aseguraron haber sido víctimas de un delito afirmaron que se utilizó la violencia para cometer el hecho, 12 puntos por encima de la misma medición de 2010. 55 por ciento de los casos fue con arma blanca y 28 por ciento con arma de fuego.
El indicador de denuncia se redujo 8 puntos, al pasar de 34 por ciento registrado en el segundo semestre de 2010 a 26 por ciento en el segundo semestre de 2011. 62 por ciento de los ciudadanos que fueron víctimas de un delito manifestaron que el lugar de ocurrencia fueron calles y avenidas. Los habitantes de Tunjuelito y Bosa reportaron los menores niveles de denuncia en la ciudad.
Quienes denunciaron el delito señalaron como principales motivaciones el deber ciudadano (29 por ciento), la posibilidad de recuperar los bienes (25 por ciento) y recibir ayuda (18 por ciento). Por su parte, quienes no denunciaron el delito, manifestaron que no tienen confianza en las autoridades (29 por ciento) y por falta de pruebas (28 por ciento).
45 por ciento de los encuestados percibió que la inseguridad en Bogotá aumentó. Con respecto a la medición del segundo semestre del año 2010, el indicador presentó una reducción de 27 puntos.
El deterioro de las condiciones socioeconómicas (35 por ciento), las condiciones del espacio público (27 por ciento) y la presencia de grupos delincuenciales (26 por ciento) fueron los factores de mayor impacto sobre la percepción de aumento de inseguridad.
En todas las Localidades se redujo la percepción de inseguridad en el último año. 36 por ciento de los encuestados consideró que el barrio en donde habita es seguro.
Localidades del centro y sur de Bogotá como La Candelaria, Mártires, Kennedy, Antonio Nariño, Rafael Uribe, Tunjuelito, Ciudad Bolívar y Usme, registraron la menor percepción de seguridad en el barrio, mientras que los habitantes de Teusaquillo y Chapinero consideraron mayoritariamente sus barrios como seguros.
41 por ciento de los encuestados percibe las calles como los lugares más inseguros de la ciudad, seguida de potreros y parques.
Institucionalidad
Respecto a la labor desempeñada en materia de seguridad, la Fiscalía General de la Nación, el Gobierno Nacional y la Policía Nacional lograron la mejor percepción por parte del ciudadano, mientras que las instituciones de carácter distrital obtuvieron las calificaciones más bajas.
16 por ciento de los ciudadanos acudieron a la Policía, 43 por ciento señalaron que el servicio prestado fue bueno, y la razón principal fue brindar una buena atención de manera rápida. Quienes se sintieron regular o mal atendidos le dan mayor importancia a demoras en el servicio (54 por ciento).
El Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC) es conocido por 89 por ciento de los encuestados, respecto a la medición anterior el conocimiento aumentó en 64 puntos porcentuales.
Recomendaciones
De acuerdo con los resultados de esta encuesta, la CCB recomienda presencia y acción institucional: “Diagnosticar y reestructurar los servicios asociados a la denuncia ciudadana para fortalecer la atención y el conocimiento del Sistema Distrital de Contravenciones y Denuncias”.
Asimismo, indica que se debe avanzar en acciones interinstitucionales con la activa cooperación del sector bancario para la reducción de los delitos asociados a transacciones financieras.
También evaluar y fortalecer los servicios, tiempos y roles de las agencias del NUSE 123 y revisar la figura jurídica, la plataforma tecnológica y las competencias del personal para mejorar respuesta y la satisfacción ciudadana.
Además, señalan, hay que revaluar las estructuras de participación para fortalecer la confianza y la cooperación ciudadana y empresarial en el territorio, en particular los objetivos, contenidos y herramientas (juntas zonales de seguridad, consejos locales de seguridad y frentes locales de seguridad).
Continuar y fortalecer la articulación de acciones en lo micro-local desde la Administración Distrital con el Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC).
Frente a la regulación y control, el gremio plantea continuar desarrollando acciones para la implementación de la Ley de Seguridad Ciudadana en el control de celulares robados. (Ley 1453 de 2011).
Se debe revisar el alcance y las medidas del Decreto 53 de 2009 para la restricción al porte de armas blancas y desarrollar un plan permanente para su incautación. Asimismo, evaluar la medida de restricción al porte de armas legales y la efectividad en la incautación de armas ilegales.
Para la intervención integral en el territorio, la recomendación es la revisión del estado actual de obras relacionadas con iluminación, disposición de residuos sólidos, cerramientos y planes de movilidad, tanto en vías principales como locales.
Avanzar en mecanismos eficientes para la cooperación entre la seguridad pública y la vigilancia privada con el fin de reducir la victimización en los barrios.
“Actualización de protocolos en seguridad y emergencias para la realización de espectáculos y eventos públicos. Diseñar planes específicos, en alianza con empresas de transporte y Transmilenio para identificar rutas con mayor nivel de victimización y capturar responsables de hurtos”, indican las recomendaciones.