Tanto la Gobernación de Cundinamarca, como la Alcaldía Mayor de Bogotá, fueron enfáticos al afirmar que esta debe ser una navidad libre de pólvora.
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Primero fue el Distrito, que el domingo dijo que desde hoy hasta la segunda semana de enero de 2021, el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y 117 servicios de urgencias de clínicas y hospitales de la ciudad reportarán, de forma obligatoria, a través del Sistema de Vigilancia en Salud Pública, todo caso atendido de quemaduras por pólvora.
“En Bogotá tenemos el objetivo de que ninguna persona resulte lesionada por el uso de pólvora durante la Navidad 2020. Es por eso que durante lo que queda de año el llamado a la ciudadanía que comprendan que ningún juego pirotécnico es inofensivo. El uso de la pólvora está prohibido en Bogotá y su uso puede causar lesiones graves, intoxicaciones y explosiones”, indicó la Administración Distrital.
A nivel departamental, ayer el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, lanzó la campaña, “Ni Covid, ni pólvora”.
“Mantener a cundinamarqueses y turistas alejados de la pólvora no es un capricho ni una terquedad, necesitamos salvar vidas y evitar lesionados, más aún cuando nuestros hospitales, personal médico y UCIs deben estar disponibles para atender la pandemia”, indicó ayer en horas de la mañana el Gobernador Nicolás García, quien recordó que este año, además de cuidarse de la pólvora, las personas deberán mantener las medidas de autocuidado y protocolos de bioseguridad para evitar un aumento de casos de coronavirus, con motivo de las fiestas decembrinas.
Adicionalmente, el gobernador indicó que tras adelantar una ardua pero productiva jornada de trabajo con las autoridades municipales, la gobernación logró sumar 86 de los 116 alcaldes municipales, al propósito de prohibir la venta y uso de pólvora en navidad. “Sé que el resto lo harán rápidamente y completaremos el 100%”, sentenció.
Fenlpi parcialmente de acuerdo
Ante esta decisión, la Federación Nacional de Pirotécnicos, Fenalpi coincide en que haya menos pólvora (azufre, nitrato y carbón) y más pirotécnica (derivados de esos elementos), en función de la vida y seguridad de las personas, pero no están de acuerdo con que el gobernador prohíba una actividad que es legal.
“Nosotros estamos de acuerdo en que haya menos pólvora y más pirotecnia responsable y segura, pero uno no puede prohibir una actividad legal y el gobernador es contundente al decir que toca prohibir la pólvora, pero la pirotecnia no se puede prohibir. Hay una sentencia de la Corte Constitucional, hay una normatividad vigente y hay empresas legales en Cundinamarca que deben poder trabajar”, dijo a EL NUEVO SIGLO Andrés Carvajal, presidente del gremio.
Adicionalmente, Carvajal dijo que el gobernador prometió que acogerá a las familias que se dedican de manera legal a esta actividad, “las va a rodear y va a trabajar con ellas para que no haya lesionados, especialmente los niños”.
“No se pueden castigar las empresas legales que ya llevan haciendo un trabajo desde hace mucho tiempo y que incluso han mejorado los índices de lesionados. Estamos de acuerdo en que hay que hacer un trabajo de prevención, de prohibir lo prohibido y de trabajar en función de la vida. En ese aspecto estamos de acuerdo con el gobernador” finalizó.
Municipios libres de pólvora
Entre los municipios que decidieron decirle No la pólvora para estas festividades decembrinas, están Agua de Dios, Albán, Anapoima, Anolaima, Apulo, Beltrán, Bituima, Bojacá, Cachipay, Cajicá, Cáqueza, Chaguani, Chía, Chipaque, Choachí, Chocontá, Carmen de Carupa, Cogua, El colegio, El Peñón, Fosca, Fómeque, Funza, Fusagasugá, Gachancipá, Gama, Girardot, Guasca, Guayabal, Guayabetal, Gutiérrez, Junín, la Calera, La Mesa, La Palma, la Peña y Lenguazaque.
De igual forma Madrid, Manta, Medina, Nariño, Nemocón, Nilo, Nimaima, Nocaima, Pacho, Paime, Paratebueno, Pasca, Pulí, Quipile, Ricaurte, San Antonio, San Cayetano, San Francisco, San Juan de Rioseco, Sasaima, Sesquilé, Sibaté, Silvania, Suesca, Supatá, Tabio, Tenjo, Tena, Tibacuy, Tibirita, Tocaima, Topaipí, Ubaté, Útica, Vergara, Villeta, Villagómez, Villapinzón, Viotá, Zipacón y Zipaquirá.
Esta medida opera desde años atrás en varias zonas del país, entre ellas Bogotá y paulatinamente se han ido sumando otras regiones.