Bogotá, sin Rape ni área metropolitana | El Nuevo Siglo
Viernes, 28 de Diciembre de 2012

En agosto de 2011, la alcaldesa encargada de Bogotá, Clara López, quien reemplazo para terminar el periodo del destituido y privado de la libertad Samuel Moreno, radicó un proyecto en el Concejo, al igual que lo hicieron sus homólogos en el Congreso y en algunos municipios para la creación de la Región Administrativa de Planificación Especial denominada Rape.
Todo estaba listo para que Bogotá y Cundinamarca fueran la primera Región Administrativa del país que generaría un proceso para sacar a adelante grandes proyectos que servirían para competir en los mercados internacionales.
Aunque existen esfuerzos del sector privado canalizados en la Cámara de Comercio para incrementar día a día la productividad de la ciudad, el propósito de unir poblaciones para canalizar fortalezas, planteada desde hace décadas, no sea llegado a un acuerdo en la capital del país por falta de voluntad política.
Con la Rape parecía que se consolidaban lo esfuerzos para unificar la estrategia Ciudad Región, pero el proyecto de acuerdo en el Concejo de Bogotá se hundió antes de terminar el año, no sólo porque llegaba la nueva administración de Gustavo Petro, sino porque no cumplía con las expectativas.
En enero de 2012 comenzó la nueva administración del Distrito Capital y por ende un énfasis diferente frente al desarrollo de la ciudad hasta el punto que el Plan de Desarrollo “Bogotá Humana” no se hace referencia a la Rape sino a un área metropolitana.
Durante este año, el tema estuvo congelado hasta que en la sesión conjunta del Concejo y la Asamblea de Cundinamarca, en días pasados el presidente de la corporación distrital Darío Fernando Cepeda, de Cambio Radsical, le pidió al mandatario regional Álvaro Cruz poner en marcha el proyecto de Región Administrativa.
Entre tanto, por estos mismos días, el mandatario capitalino y su homólogo del municipio vecino de Soacha, Juan Carlos Nemocón, radicaron ante la Registraduría Nacional del Estado Civil la solicitud formal para la realización de una consulta popular con el fin de preguntar a los habitantes de los dos municipios si aprueban la conformación de un área metropolitana conjunta. ¡Aquí las dos partes!

Consulta popular para área metropolitana
Desde el pasado 14 de diciembre la Registraduría Nacional del Estado Civil tiene en sus manos la solicitud para la realización una consulta popular con el fin de preguntar a los habitantes de Bogotá y Soacha aprueban o no la conformación de un área metropolitana.
La solicitud de los alcaldes de la capital, Gustavo Petro, y Soacha, Juan Carlos Nemocón, cuyos anexos suman más de 30 páginas, se sustenta en las poblaciones están vinculadas por profundas relaciones geográficas, económicas, culturales y sociales que generan la necesidad de articular de manera administrativa las acciones políticas, técnicas y financieras que contribuyan a la racionalización de los servicios públicos, la ejecución de obras de interés metropolitano y el progreso armónico.
En el Plan de Desarrollo, en el artículo treinta y dos, “Programa Bogotá, territorio en la región” tiene como proyecto principal la institucionalización de la integración regional, coordinación del desarrollo y cooperación para mejorar la capacidad de la ciudad para atender problemáticas supramunicipales y reconocer y mitigar sus impactos.
Desde que se posesionó el primero de enero de 2012, Petro no solo en su programa de gobierno Bogotá Humana Ya sino en las primeras frases como mandatario demostró que uno de sus objetivos era crear el Área Metropolitana de Bogotá.
Con base en la reflexión en torno a que la capital del país es el primer centro económico nacional y el eje de la mayor área metropolitana del país que, en conjunto tiene nueve millones de personas y 31% del PIB. “También es el mayor generador de oportunidades de trabajo y empleo y el más claro ejemplo de un proceso de crecimiento concentrador, excluyente y segregador. Los índices de desarrollo social revelan enorme desigualdad entre los grupos de mayores ingresos y el resto de la población, en materia de acceso a la infraestructura urbana, los servicios educativos, de salud y la capacidad de pago en servicios públicos”.
Aunque la iniciativa de Petro de crear el Área Metropolitana de Bogotá, es loable, también es una utopía complicada de convertirla en realidad ya que en varias ocasiones otros mandatarios con justificaciones técnicas, jurídicas y de conveniencia para los pobladores de la sábana han tratado de conformarla, pero no ha habido decisión política.
Así mismo, aunque en el programa de Gobierno de la actual administración, en el punto 3.3 se titula “El centro ampliado, el corazón de la ciudad y su área metropolitana”, plantea que propondrá al Concejo de Bogotá y a la Gobernación de Cundinamarca la creación de la Región Administrativa de Planeación Especial, en el acuerdo de Plan de Desarrollo “Bogotá Humana” no se incluye la Región Administrativa.

Rape
El proyecto para la creación de la Región Administrativa de Planificación Especial denominada (Rape) busca la autorización para que el departamento y la ciudad se puedan asociar con personería jurídica, autonomía y patrimonio propio con miras al desarrollo económico y social de la región. La iniciativa por ahora se quedó en el papel.
La iniciativa, presentada al Concejo y la Asamblea Departamental de Cundinamarca en agosto de 2011, contempla la posibilidad que otros departamentos de la Región Andina se unan de acuerdo con la Ley 1454 de 2011 de Ordenamiento Territorial que busca proteger el medio ambiente, generar movilidad regional, oportunidades de seguridad alimentaría, entre otros factores positivos.
La Región Capital aporta el 32 por ciento del Producto Interno Bruto nacional y concentra más del 50 por ciento del sector empresarial del país. Según el diagnóstico de la Región Capital, realizado por la Secretaría Distrital de Planeación, Bogotá y los municipios de Cundinamarca concentran el 62 por ciento de la actividad financiera del país, lo que consolida a la ciudad como uno de los centros financieros más influyentes de América Latina.
El estudio explica esta dinámica por la convergencia de capitales provenientes de las diferentes ciudades y por ser el foco del comercio del país, así como su cercanía con los clientes potenciales, lo que le permite recibir inversionistas nacionales y extranjeros.
Con base en información oficial de la Superintendencia Financiera de Colombia, en 2010 las captaciones del sector financiero del país ascendían a 180,6 billones de pesos, de los cuales Bogotá aportó 109 billones (60,4 por ciento) y Cundinamarca 2,7 billones (1,5 por ciento), con una alta concentración de la actividad financiera en Bogotá y los municipios más próximos, por encima de Medellín (7,6 por ciento) y Cali (2 por ciento.
De igual forma en 2010 las colocaciones del sector financiero nacional ascendían a 172,5 billones de pesos, los cuales se pusieron en el mercado capitalino en un 48,1 por ciento (83 billones de pesos) y en Cundinamarca 1,3 por ciento (2,3 billones de pesos).
Actualmente los municipios de borde urbano de Bogotá representan aproximadamente el 23 por ciento de las colocaciones de Cundinamarca, evidenciando la importancia económica de estos municipios en el departamento, siendo Zipaquirá el más importante con el 11 por ciento, seguido por Chía con 8 por ciento y Soacha con 7 por ciento. Los recursos de colocaciones en la región se destinaron en un 47 por ciento a créditos, 19 por ciento a leasing comerciales, 17 por ciento a leasing de consumo y 8 por ciento a microcréditos.
Las principales fuentes de los recursos financieros en la Región Capital son los depósitos de ahorro (60 por ciento), depósitos en cuenta corriente (21 por ciento), y los certificados de depósito a término (18 por ciento).
El diagnóstico de la Región Capital Bogotá – Cundinamarca, desarrollado por la Dirección de Integración Regional, Nacional e Internacional de la Secretaría Distrital de Planeación y publicado en www.sdp.gov.co, también muestra cifras comparativas entre Bogotá y los 116 municipios del Departamento, fruto de un extenso proceso de recopilación, depuración y análisis de información estadística, basado en 106 indicadores y 5 ejes temáticos sobre Dotación de Recursos y Base Económica, Condiciones de Vida, Infraestructura y Servicios, Recursos Naturales y Medio Ambiente, y Desempeño Fiscal, con base en información de más de 8 fuentes oficiales.