Bogotá reconoce a las víctimas de la violencia | El Nuevo Siglo
Lunes, 6 de Abril de 2015
En el marco de la Conmemoración del Día de la memoria y la solidaridad con las víctimas del conflicto armado, el Gobierno Nacional y el Distrital en cabeza del Presidente Juan Manuel Santos  y del Alcalde Gustavo Petro, dan un paso más para la construcción del  Eje de la Paz y la Memoria que tiene como uno de sus hitos principales la construcción del  Museo Nacional de la Memoria.
 
Asistirán personalidades y organizaciones sociales, quienes en un acto simbólico darán inicio al proyecto con el lanzamiento del concurso de diseño para la construcción de la Plaza de la Democracia y del Museo. La Plaza de la Democracia será un gran jardín que relocalizará (en la misma Plaza)  el Ala Solar del escultor venezolano Alejandro Otero. “Este espacio físico y simbólico contribuye a la construcción de la paz en el ámbito de la reparación integral y en procesos de pedagogía social para la paz a través de la intervención del espacio público,” puntualizó el Secretario de Planeación, Gerardo Ardila Calderón.
 
Añadió que “lo importante del Eje de la Memoria es consolidar  un lugar en el que podamos no solo reconocer la historia de las víctimas, sino también entender que todos tenemos una responsabilidad grande en la creación de una sociedad distinta. Esto es lo que implica generar un espacio en el corazón de la ciudad.”
 
Proyecto arquitectónico que reconoce las víctimas
El Museo Nacional de la Memoria se inspira con el Centro Distrital de la Memoria. Estará localizado en un predio del Distrito de la Calle 26 con Av. Américas, el cual tiene aproximadamente 14 mil metros cuadrados. Para su construcción, el IDU suscribió un convenio con el Departamento Administrativo de Defensoría del Espacio Público (DADEP) y con el Centro Nacional de Memoria Histórica.  A finales del mes de abril se abrirá el Concurso Internacional Arquitectónico de Diseño y el diseño definitivo estará listo en el segundo semestre.
 
El camino de la Paz y la memoria en Bogotá
 
El Eje de la Paz y la Memoria tienen por objeto fortalecer un espacio urbano de reconocimiento de los hechos y víctimas de la violencia, generando transformaciones en torno a los Conjuntos Monumentales de Espacio Público (áreas de la ciudad con un importante valor simbólico, relacionado con lo público) localizados sobre la Calle Av. 26.
 
El proyecto comprende el ámbito urbano que se extiende en torno al eje de la Calle 26 entre la Avenida Ciudad de Quito (Cra 30), al Occidente, y los Cerros, al Oriente. Integra las áreas delimitadas de los Conjuntos Monumentales de Espacio Público: Monserrate, Centro Internacional San Martín, Cementerio Central y Centro Administrativo Distrital, y se integra con el área del Conjunto Monumental Centro Histórico Nacional.
 
“La intervención consiste en articular y coordinar acciones desde los sectores público y privado, orientadas a la revitalización del espacio urbano por medio del fortalecimiento de las actividades presentes y la generación de nuevas dinámicas a lo largo del eje del corredor de la Calle 26, dando lugar a la transformación del tejido edificado y de los espacios públicos”, explicó el funcionario.
 
 
La colaboración de la empresa privada es fundamental para mantener el desarrollo de la zona dentro de los parámetros de integración, con un papel muy importante de la Fundación Eje de la Paz y la Memoria, presidida por el Presidente del Grupo Chaidneme, Nayib Neme.
 
Proyectos de impacto en el eje de la memoria que contribuyen a la paz
 
·        Conformación del espacio público para la Plaza de la Democracia. Va a transformarse completamente para convertirse en un hermoso sitio de jardines construidos en torno del “Ala Solar”, monumento que representó a Bogotá durante varias décadas.
 
·        Paseo de espacio público. Va a tener áreas dedicadas exclusivamente para los peatones, las bicicletas y el tráfico automotor que le corresponde a esa zona.
 
 
·        Revitalización del centro de la ciudad. El proyecto Torres Atrio, con más de 70 pisos de altura, diseñado y concebido por el famoso arquitecto Richard Rogers, se unirá para generar un solo elemento sobre la calle 26, buscando conectar un lado y otro de la Avenida con el proyecto Estación Central. Contempla el intercambiador de transporte con planteamiento multimodal y de movilidad limpia (conectará las troncales de la carrera Décima, la calle 26 y la Caracas), dándole a esa zona de la calle 26 con Avenida Caracas, un sentido completamente nuevo y un gran valor.
 
·        Intervención paisajística y ambiental del espacio público a lo largo del Eje
 
·        Proyecto Arquitectónico Museo Nacional de la Memoria
 
·        Implantación de elementos y obras de arte urbano conmemorativo
 
·        Construcción de proyectos de vivienda para víctimas, en algunos de los predios que sobraron de la ampliación de la Troncal de Transmilenio de la Calle 26.
 
 
 
·        Ampliación del Museo de Arte Moderno y el papel del Museo Nacional en el edificio del Panóptico Nacional
 
 
 
·        Las obras en el pie de monte de Monserrate, consolidarán un corredor urbanístico de gran significado en la historia nacional.
 
 
 
·        La Secretaría Distrital de Planeación y la Cámara de Comercio de Bogotá suscribieron un convenio con el fin de unir esfuerzos para la revisión y actualización del proyecto de adecuación de espacio público en torno al Camino a Monserrate, velando porque las propuestas atiendan las determinantes físico-espaciales y socio-económicas del entorno.
 
Énfasis urbanístico para la paz
 
Los contenidos temáticos, y el tipo de las intervenciones urbanísticas y arquitectónicas sobre este Eje, deberán incorporar y estar en coherencia con los avances y resultados de los planes de reparación colectiva que el Distrito Capital y la Nación adelanten con grupos y colectivos de víctimas.
 
Se prevé la localización de equipamientos relacionados con el tema de la memoria y el reconocimiento a víctimas de la violencia. Esto, acompañado de usos residenciales, comerciales y de servicios que permitan recuperar la vitalidad, las condiciones de seguridad y la importancia simbólica del espacio público. Hay un énfasis en la recuperación paisajística y ambiental del espacio público y la localización de obras de arte urbano en reconocimiento a los hechos y víctimas de la violencia en Colombia.