AUNQUE LOS centros comerciales existen hace siglo, después de los años setenta su organización ha servido para progresos urbanísticos y por supuesto crear polo de desarrollo en las distintas ciudades en el mundo. Bogotá no ha sido la excepción.
Por ejemplo, en 1953 se estableció el almacén Sears (hoy Centro Comercial Galerías) que dio nombre al barrio; al cambiar la denominación del establecimiento también se transformó el del entorno.
Algo parecido ocurrió tiempo después, cuando se desarrolló en Bogotá el Centro Comercial Unicentro: a sus alrededores se construyó la Ciudadela Unicentro al igual que barrios emblemáticos de la capital del país. Y es que en 1976, o sea diez años después de la inauguración del Iguatemi, de São Paulo, entró en funcionamiento Unicentro, que por muchos años quedó sin competencia debido a los problemas que tuvo en el principio, los cuales desalentaron a otros inversionistas en realizar semejantes proyectos. Sólo en 1982 y 1984 surgieron con los centros Granahorrar y Metrópolis otros dos centros comerciales grandes. Sin embargo, éstos tenían solamente la mitad de los locales de Unicentro, por lo tanto representan hoy los centros comerciales y recreacionales más pequeños de Bogotá.
Y es que los centros comerciales poseen un orden determinado para disponer las tiendas; por ejemplo, una planta o sector es sólo para ropa, otro es para el expendio de comida y restaurantes, otro es para cines y centro de diversión y ocio. Es casi imprescindible que el centro comercial tenga un supermercado o hipermercado. Esa diversidad en un solo sitio es una de las principales atracciones.
El centro comercial, además de tener una entidad comercial o económica, también tiene una gran connotación sociológica o antropológica, pues es un espacio de intercambio social y humano. Cumple las mismas funciones que cumplía la antigua plaza del pueblo o lugar de encuentro, manifestación de los intereses de las personas hacia los otros vecinos, que al final de la jornada en un fin de semana han pasado por allí, que es como la calle mayor que va a la plaza mayor en los pueblos o su equivalente en los barrios.
De acuerdo a los últimos censos de Centros Comerciales, en la Capital del país hay cerca de 170 establecimientos entre grandes, medianos y de bolsillo.
En los últimos diez años los centros comerciales y recreacionales cundieron explosivamente en América Latina y este desarrollo también se observó en Bogotá y Colombia.