Bogotá cuenta con 10.217 bares | El Nuevo Siglo
Sábado, 10 de Noviembre de 2012

La vida nocturna de la capital del país es famosa a nivel mundial, aunque no se compara con las grandes capitales donde la rumba es 24 horas, con garantías de seguridad y una gran cantidad de opciones.

 

Como capital de Colombia, Bogotá tiene todas las vertientes de la rumba. Karaoke, mexicano y mariachis, pub, reggae, rock, salsa y todos los géneros musicales para todos los gustos y edades.

Es que el espectáculo que se muestra en la discoteca o bar, constituye un hecho fundamental generador de atracción y de ambiente. Estos establecimientos es socialmente un punto de reunión, donde el negocio debe ser acogedor y que el cliente encuentre en él, una prolongación de su propia casa.

En este sentido, la capital del país en la actualidad tiene 10.217 bares que están registrados en la base de datos del registro mercantil de la Cámara de Comercio de Bogotá, pero según denuncias un 90 por ciento funcionan en zonas no autorizadas como Kennedy, Suba y Engativá.

 

Rumba segura

Ante las vida nocturna de la ciudad y los peligros que existen, se ha formado un movimiento para proteger a los habitantes en las horas de la noche. En este sentido, se construye una cultura ciudadana en torno a la protección de la vida en la rumba es una propuesta de política pública que viene planteando la Universidad Nacional a bebedores, dueños de bares y autoridades de salud y de tránsito. Respuesta positiva.

 

Según, Santiago Fandiño C., economista e investigador del Centro de Estudios Sociales (CES) de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, no hay día en el país en el que los medios masivos de comunicación no informen sobre hechos de sangre asociados al consumo inmoderado de alcohol y otras sustancias.

“En tanto no cesan de inundarnos, por los mismos medios masivos de comunicación, propagandas que invitan al consumo de determinadas marcas de licor con la posibilidad de lograr un final de la velada con sexo (Santa Cola, las chicas Águila), o con aventuras de vértigo y riesgo orientado específicamente a los jóvenes: “Aguardiente (tal), ¡Pa’ las que sea!”, indica el experto.

 

El 50 por ciento de los alicorados que en fines de semana fragilizan el espacio público, salen de lugares de esparcimiento –bares, cantinas, discotecas, etc.1– siendo en buena parte responsables de los accidentes de tránsito, lesiones personales, heridos y muertes; en tanto, el otro 50 por ciento se origina de escenarios microsociales cotidianos, como reuniones en los hogares, ambientes barriales y comunitarios, lugares de trabajo y empresas y, por supuesto, de manera creciente de los sitios ubicados alrededor de las universidades, pareciendo responder a una estrategia de mercadeo que lidera la industria cervecera en el país.

 

Historia de la discoteca

El bar aparece en el pueblo griego desde la época de Pompeya, año 79, hasta la edad media donde se desarrollaron los establecimientos en los cuales se vendían bebidas y que llamaron tabernas las cuales eran pequeñas tiendas públicas en donde se podían consumir vinos y bebidas espirituales.

Posteriormente de Grecia pasa a Roma y de ahí a la mayoría de los países europeos en donde esa actividad es mencionada en numerosos códigos y preceptos de la edad media, como lo fue el código de las 7 partidas que aparece en Madrid a finales del siglo XVIII y donde se contempla como una profesión la de tabernero.

 

La creación de las cantinas como tal, aparece en París en el año 1680, cuando en uno de sus municipios se regula el funcionamiento de las casas expendedoras de bebidas al establecer que podrán vender vino para consumirlo ahí, ya que solamente se vendía para llevar a casa. Alrededor del año 1700 surgió en Inglaterra el establecimiento denominado Bar, nombre que se generaliza mundialmente dado que el mueble donde se atiende a los clientes es una barra asentada en un mostrador.

Tres siglos después durante la segunda Guerra Mundial surgieron locales de forma clandestina en Francia a los que la gente acudía a escuchar y bailar música grabada. Uno de los locales más frecuentados se llamaba La discothèque, y a él se debe el nombre con el que hoy se conoce a nuestra ciudad. Este tipo de local terminó por extinguirse, pero dejó un precedente de nombre y funcionamiento. Una de las causas por las que consideramos que no funcionó este tipo de lugar como discoteca fue a consecuencia de la crisis que padecía la ciudad en la que se asentaba, lo cual remarca la dependencia de la misma.

 

La primera Ciudad Discoteca que triunfa y provoca la difusión del género local discoteca, nace de la crisis de una ciudad restaurante. Esto sucedió en 1959 en el restaurante-salón de baile llamado Scotch Club de Aquisgrán en Alemania.

Otro establecimiento famoso que se desarrolla en Peppermint Lounge (1958-1965), en este local se escuchaba música rock, famosos acudían a bailar y beber, pero la principal atracción que introdujo fue los go gos, chicas vestidas en vaqueros que bailaban sobre la barra y la tarima.

El 26 de abril de 1977 y ubicada en la calle 54 del ala oeste de Manhattan, Studio 54 se convirtió desde el inicio en la discoteca más “in” de Nueva York. Sus propietarios eran Steve Rubell e Ian Schrager.

 

 

Más de tres década del Goce Pagano

Uno de los sitios mas emblemáticos de Bogotá para escuchar o bailar salsa es el Goce Pagano que posee una identidad como ninguna en cuanto a la selección musical. Su dueño, César Pagano, es quien se encarga de poner la música y animar las noches rumberas.

 

Este es el goce que estuvo desde 1978 hasta 1994 en la carrera 5 # 26-42 y luego se translado para Las Aguas o Germania frente a la Universidad de los Andes, eje ambiental o Avenida Jiménez con carrera 1 esquina nor-oriental, casa antigua del año 1745 adecuada en un solo espacio, tres barras y una gran chimenea.

Su decoración es sencilla, atractiva y equilibrada, con mesas de madera y una gran barra que domina todo el lugar. Las velas alrededor de la pista de baile crepitan al son de los ritmos afroantillanos y la salsa.

Además de la mejor salsa, allí se pueden apreciar otros géneros de la música cubana, así como una selección de reggae. El Goce Pagano está abierto los viernes y sábados hasta las 3 de la mañana.

 

Bares al Garete

Por Olga Victoria Rubio Cortés*

Especial de El Nuevo Siglo

Es increíble que en Bogotá, según la base de datos de la Cámara de Comercio, existan 9.120 bares funcionando en zonas no autorizadas de los 10.217 registrados.

Alarmante que en localidades como Kennedy, existan 1.163 establecimientos en zonas NO permitidas, en Suba hay 1.061 y en Engativá 1.048  locales.

En una ciudad Humana, no podemos permitir que continúe la proliferación indiscriminada de bares; muchos de estos lugares están ubicados en zonas residenciales, o escolares, perjudicando la tranquilidad de los ciudadanos, que sufren las consecuencias del ruido y la inseguridad; a esto hay que sumarle el desaseo ya que muchos de los usuarios de estos establecimientos utilizan los andenes y puertas de las casas como baños públicos.

Hago un llamado a la Secretaría Distrital de Gobierno y a las autoridades de policía, para que se cumpla la Ley (ley 232 de 1995 y el Plan de Ordenamiento Territorial), y sólo se permita la apertura y funcionamiento de estos lugares en las zonas en donde la normatividad lo consagra.

El problema del crecimiento indiscriminado de estos establecimientos de comercio, o de servicios de esparcimiento en zonas residenciales, repercute de manera directa en los aspectos fundamentales de la convivencia en comunidad y el uso legal y administrativo del Suelo en las 20 localidades del Distrito.

Vecinos de todas las localidades de Bogotá, han agotado las instancias ante Autoridades de Policía y el Consejo de Justicia, para lograr por vía administrativa y judicial el cierre definitivo de estos establecimientos de comercio que funcionan en sus barrios.

Para citar un ejemplo del uso no autorizado del suelo para este tipo de bares, Martín Rodríguez, vecino de un barrio de la Localidad Uno de Usaquén, nos contó que desde hace aproximadamente 10 años en el barrio donde reside, han proliferado más de 10 bares y tabernas sin ningún tipo de control.

Nos asevera también que la Personería Distrital, a través de una respuesta a un Derecho de Petición del año 2011, le corroboró que de estos establecimientos de comercio que funcionan cerca a su lugar de vivienda, ninguno cumple con la condición de Uso del Suelo por NO estar localizados en las Avenidas que rodean al lugar.

El problema de los bares, tabernas y discotecas en sitios no autorizados es muy complejo, y requiere la atención prioritaria, urgente, oportuna, concurrente, actual, y eficiente de la Administración Distrital a instancia de sus entidades competentes.

*Concejal de Bogotá