Mientras la Comisión de Hacienda dejó en vilo para hoy la votación del proyecto que busca cobrar valorización por cinco años como lo informó en exclusiva EL NUEVO SIGLO, ayer fue aprobada una ampliación del cupo de endeudamiento hasta por tres billones ciento seis mil millones de pesos para la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá (EAAB).
Los concejales ponentes del Proyecto de Acuerdo, María Victoria Vargas y Julio César Acosta, indicaron que esta iniciativa es importante para la ciudad, toda vez que con el cupo de endeudamiento solicitado se pretende financiar cerca del 45% del plan de inversiones de la EAAB-ESP de 2016 a 2025 y el 55% restante se financiará con otras fuentes.
Indicaron que la iniciativa cumple con los requisitos jurídicos, financieros, técnicos, de capacidad de pago y los demás que requiere un proyecto de esta naturaleza, además de ser necesario y oportuno para la ciudad, son obras y compromisos contemplados en el Plan de Desarrollo de la Administración Distrital, por ello, confiando en la buena gestión de los recursos que se autoricen, rindieron ponencia positiva.
Para el concejal Celio Nieves Herrera, del Partido Polo Democrático Alternativo, y quien presentó ponencia positiva con modificaciones, propuso que el cupo de endeudamiento fuera por $1,6 billones porque hasta el momento, se han aprobado recursos para la Administración Peñalosa del orden de los $48,2 billones, es decir, que transcurrido cerca de un año y medio de este gobierno ya está aprobado el 50% de los recursos que necesita para financiar el Plan de Desarrollo, que en el cuatrienio se calculan en $96,1 billones.
En este sentido, el concejal Manuel Sarmiento, del Polo Democrático, sostuvo que la administración intenta que el Concejo de Bogotá apruebe un cupo de endeudamiento por $3,1 billones principalmente para troncales del fallido Transmilenio y varios “negocios” ecológicos. “Peñalosa quiere empeñar al acueducto para financiar negociados. Así lo señala el plan de inversiones, según el cual $1,22 billones serán destinados en los primeros 4 años para adecuar redes para Transmilenio y para hacer negocios con el medio ambiente, como lo que pretende hacer con el Parque San Rafael y los parques lineales”.
El gerente del acueducto, Germán González Reyes, sostuvo que estos recursos se utilizarán para alcanzar una cobertura de acueducto y alcantarillado del 100% en 113 barrios, asegurar el 100% de tratamiento de aguas residuales de Bogotá y Soacha en 2025, garantizar abastecimiento de agua hasta el año 2032, proteger y recuperar la cobertura ecológica principal, disminuir las pérdidas de agua no contabilizadas y modernizar la empresa generando empleo.
Para Diego Molano, del Centro Democrático, es importante el proyecto porque se podrá desmarginalizar más de 113 barrios de la ciudad, agua potable y cobertura del 100% para los barrios más pobres y familias vulnerables, y tercero porque se garantizaría el abastecimiento de agua con muy buena calidad para Bogotá y su área metropolitana hasta el año 2032.
Así mismo la inversión trae un componente ambiental y de descontaminación del rio Bogotá que son fundamentales, “vamos a tener canales, quebradas y humedales protegidos con delimitaciones físicas que van a prohibir y no van a permitir que los invadan y se pierdan”, dijo Molano.
El Concejal, durante el debate, presentó dos ejemplos que han impactado positiva y negativamente la ciudad y se refirió a los humedales Chucua de la Vaca, al que no se le hizo intervención y se perdió para la ciudad y el humedal Juan Amarillo, que fue intervenido en 1998 por el Acueducto con parques, ciclorruta, intervenciones físicas, acciones ambientales y hoy hace parte de la sostenibilidad de la ciudad.
“Vamos a exigirle a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá un esfuerzo grande para mantener su estabilidad financiera y que esa gran apuesta se debe pensar a largo plazo para que transforme la ciudad”.