Sin antecedentes lejanos o inmediatos y preocupante es la indecisión ciudadana en Bogotá a exactos 47 días para elegir alcalde. Quiera Santa Isabel de Hungría, patrona de la ciudad, evitar un tercer triunfo del Polo Democrático. Ajustaría en 2015 tres períodos continuos al frente de la administración local. El primero fue un desastre absoluto. El segundo con Samuel Moreno Rojas no era tan inútil y deshonesto como lo pregonaba Gustavo Petro a todas horas, en todos los lugares, obrando por fuera del Polo Democrático, su partido, que él, ciertamente, mucho ha desacreditado. Ahora este mismo ciudadano aspira a la Alcaldía.
Adriana: ¡gracias! La dirigente liberal caldense Adriana Franco recetó desde Manizales el candidato presidencial que su partido debe ofrecer. Es nadie menos que Simón Gaviria Muñoz, hijo del ex presidente César Gaviria Trujillo. Por supuesto, los Gaviria Muñoz y numerosos pereiranos admiran la visión política de Adriana y le agradecen que transforme al ex mandatario en cabeza de nueva dinastía. Ella ha hecho a los demás colombianos un favor: recordarnos que nuestra democracia es y posiblemente será una semimonarquía tropical hereditaria.
Colombia: ¡un negocio! Once condenas a Colombia, proferidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, han golpeado al fisco, durante los últimos 15 meses, en US$ 24 millones. Los juristas demandantes alzaron, para sus bolsillos, en moneda nacional, a título de honorarios, con $ 43.104 millones por “demostrar” que el colombiano es un “Estado violador de los derechos humanos”.
Cifras electorales. El Consejo Nacional Electoral investiga la posibilidad de un mal uso de 900.000 cédulas en los comicios de octubre. A la vez, examina 200 listas con 2.500 nombres de candidatos.