Manifestarse o protestar tiene sus límites, como todo derecho.
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La calle 26, por donde se conecta el aeropuerto El Dorado con el centro, norte y sur de Bogotá, ha tenido esta semana dos movilizaciones que han paralizado el tráfico de transeúntes, vehículos particulares y buses del sistema integrado de transporte.
Ayer, después de que el distrito anunciara que se prohíbe el parrillero en motos de más de 125 centímetros cúbicos, centenares de motociclistas activaron la “operación tortuga”, bloqueando la calle 26, la carrea 30 y la Caracas.
#Video Este es el panorama a esta hora en la Calle 26 por bloqueos de motociclistas quienes protestan por la nueva medida que prohíbe los parrilleros pic.twitter.com/v78xKLmLUE
— EL NUEVO SIGLO (@ElNuevoSiglo) 25 de enero de 2018
Los usuarios del sistema de transporte integral reportaron demoras de más de 3 horas, así mismo se presentaron choques con la fuerza pública en varios barrios de la ciudad.
Tras el anuncio del secretario de Movilidad de Bogotá, Juan Pablo Bocarejo, de que se identificaron más de 600 motociclistas que serán sancionados, hace pocas horas en la calle 26 los celadores de las estaciones de Transmilenio, Normandía, Modelia y el Portal El Dorado, bloquearon la vía por un incumplimiento en el pago de salarios.
#Bogotá, dos días colapsada. ¿Inconsciencia de la ciudadanía? ¿Fallas en la implementación de Código de Policía? https://t.co/BUTMHoVjv4 pic.twitter.com/sMcAPj8m1j
— EL NUEVO SIGLO (@ElNuevoSiglo) 25 de enero de 2018
Vías de hecho
En menos de dos días, los ciudadanos que transitan por esta importante vía han tenido que soportar largos trancones, sin previo aviso de la administración sobre posibles bloqueos, obligando a los usuarios a bajarse de los articulados.
Luego de la entrada en vigencia del Código de Policía, en junio del año pasado, los bloqueos en Bogotá se siguen presentando, pese a las sanciones que están contempladas en este texto.
Después de unos meses, es claro que las vías de hecho siguen vigentes en Bogotá, al ver que, día a día, se presentan bloqueos o marchas no autorizadas por las autoridades competentes, afectando los derechos de los demás ciudadanos.
Los manifestantes defienden su derecho constitucional a la protesta, contemplado en el artículo 37 de la Constitución Política. En Bogotá, sin embargo, se ha visto que algunos sectores creen que este derecho es ilimitado y puede ejercerse en cualquier momento, sin consideraciones de hora, tiempo y lugar.
Manifestarse o protestar tiene sus límites, como todo derecho. Más, si se tiene en cuenta que bloquear diferentes calles, como ocurrió ayer y hoy en varios sectores de la ciudad, constituye una vía de hecho, que debe ser objeto de sanciones.
La medida tomada por la administración de Enrique Peñalosa sobre los parrilleros es impopular y para muchos no ayuda a mejorar los índices de seguridad. Existen, sin embargo, otros mecanismos para llegar a una solución que beneficie a las partes, sin necesidad de bloquear la ciudad, como los motociclistas ya han anunciado que lo volverán hacer a partir de las 6 de la mañana de este viernes.
Todo bloqueo sin previo aviso y autorización constituye una vía de hecho. Los derechos de los demás, como la libre locomoción, deben ser tenidos en cuenta por los involucrados.