El cambio más importante que se esperaba se diera en la FIFA no se produjo, por cuanto Joseph Blatter, hasta ahora incólume en el escándalo de corrupción que sacude a la entidad, fue reelegido en la presidencia. Y con él, la crisis sigue.
El suizo se queda tras una votación, la renuncia de su único rival -el príncipe jordano Ali-, y en medio de la felicidad de algunos dirigentes y el descontento casi que generalizado porque hizo oídos sordos a las voces que clamaban un cambio.
En la primera ronda, Blatter había dominado con claridad con 133 votos por 73 de Ali, pero no había conseguido llegar a los 140 que marcaban el límite de la mayoría requerida de dos tercios. En la segunda le bastaba ya con mayoría simple y Ali decidió abandonar antes de tener que repetir una votación que se presentaba como un mero trámite previo a la victoria del actual presidente.
“Asumo la responsabilidad de recuperar la imagen de la FIFA. Juntos lo podemos hacer”, afirmó Blatter desde la tribuna de oradores, tras ser proclamado vencedor de la elección presidencial.
“En esta ocasión somos conscientes de que hay que solucionar problemas en la FIFA”, reconoció, asegurando que cuando abandone el cargo en el futuro dejará "una FIFA más fuerte” a su sucesor.
Sucesión de escándalos
La presidencia de Blatter ha estado marcada casi desde el día uno por escándalos y guerras internas.
Fue elegido en 1998 como reemplazo de su mentor, Joao Havelange, y desde entonces tuvo que luchar por imponerse como autoridad en una organización acostumbrada a veinticuatro años de liderazgo del brasileño.
Sobre aquel proceso de 1998, el británico David Yallop escribió un libro, Cómo han amañado el partido, acusando al equipo de Blatter de prácticas corruptas para asegurarse la victoria sobre el otro candidato, el sueco Lennart Johansson, entonces presidente de la UEFA.
Tuvo un duro reto en 2002 para conseguir la primera reelección, al encontrarse con ataques de varios miembros de su Comité Ejecutivo y del entonces secretario general, Michel Zen-Ruffinen, que hablaron de manipulación de las cuentas del organismo e irregularidades financieras.
Ganó sin problemas (139 votos contra 56) a su rival de aquella elección en Seúl, el camerunés Issa Hayatou, presidente de la Confederación Africana de fútbol (CAF).
En 2006, otro libro procedente de Inglaterra, de Andrew Jennings con el título Tarjeta roja, abordaba de nuevo la corrupción de la 'era Blatter' y su publicación incluso llegó a ser prohibida en Suiza judicialmente.
Nadie impidió la reelección en 2007, donde fue candidato único, pero hace cuatro años, en el 61º Congreso en 2011, la corrupción fue tema de pasillos y debates antes de la reelección del suizo.
El que iba a ser su rival, el catarí Mohammed Bin Hamman, se vio forzado a retirarse unos días antes de la votación, después de un caso de corrupción por pago de sobornos.
Decepción
Sin embargo, las voces de descontento por lo ocurrido no se hicieron esperar y Estados Unidos, que ha sido el abanderado en las investigaciones contra dirigentes de la rectora del fútbol mundial, fue uno de los primeros en manifestarse, como también lo hicieron el presidente de la UEFA, Michel Platini y el excandidato Luis Figo.
Platini dijo que es “crucial” un cambio en la FIFA por el escándalo de corrupción que afecta a este organismo, pese a la reelección de Blatter para un quinto mandato.
Platini había dado apoyo al rival de Blatter, el príncipe jordano Ali. “Estoy orgulloso de que la UEFA haya defendido y apoyado un movimiento por el cambio en la FIFA. El cambio en mi opinión es crucial si esta organización quiere recuperar la credibilidad”, dijo el máximo responsable del fútbol europeo después de las votaciones.
Platini felicitó también al príncipe Ali “por su campaña admirable y doy las gracias también a todas las federaciones nacionales que le votaron”.
El presidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos (US Soccer), Sunil Gulati, expresó su decepción. “Estamos decepcionados con el resultado de esta elección y vamos a seguir haciendo todo para que haya cambios significativos dentro de la FIFA”, dijo en un comunicado difundido por la US Soccer.
“Nuestro objetivo es que la FIFA tenga un gobierno responsable que sea responsable, transparente y completamente centrado en los mejores intereses de nuestro deporte”, continuó.
“Felicitamos al señor Blatter, y esperamos que la reforma sea la prioridad No.1 de la FIFA para asegurar la integridad de nuestro deporte en todo el mundo”, concluyó Gulati, también miembro del Comité Ejecutivo FIFA.
“El fútbol ha perdido” tras la reelección de Joseph Blatter como presidente de la FIFA, se lamentó, por su parte, el exBalón de Oro, el portugués Luis Figo, que fue candidato antes de retirarse a pocos días del inicio del Congreso de la institución mundial.
“La FIFA ha perdido, pero por encima de todo, el fútbol ha perdido y todos los que creen en él”, trinó el portugués después de la elección de Blatter.
“O el señor Blatter estaba al corriente de estos actos corruptos, y si no, como pretende, eso significa que no tiene las habilidades para liderar a la FIFA”, prosiguió Figo en un mensaje en su página de Facebook.
“Es imposible que alguien dirija la FIFA incumpliendo las reglas más elementales de la transparencia, legalidad y democracia”, continuó, diciendo que la reelección de Blatter “muestra lo enferma que está la FIFA”.
“Estas personas (implicadas en investigaciones) que él ha promocionado durante estos años han transformado la FIFA en una organización decadente. Si Blatter se preocupase por el fútbol, habría renunciado a esta reelección. Si tuviera un mínimo de decencia debería dimitir en los próximos días”, concluyó el luso.
Los retos
Blatter tiene retos importantes y urgentes para iniciar el mandato 2015-2019, desde la mejora de la imagen a las polémicas sobre el Mundial-2022.
Corrupción: la credibilidad perdida, los mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022 y buscar reconquistar los corazones de los patrocinadores.
En lo referente a las sospechas de corrupción, la FIFA tendrá mucho trabajo, principalmente por la devastación que ha sufrido su imagen pública en los últimos días, tras la detención de miembros del organismo en Zúrich, a apenas dos días de la elección presidencial.
Las justicias de Estados Unidos y Suiza emprendieron el miércoles dos acciones distintas. Los primeros golpearon fuerte al pedir a los suizos las detenciones en hoteles de lujo de Zúrich, dentro de una investigación en la que el número total de imputados es de catorce.
La FIFA reaccionó suspendiendo provisionalmente a once personas de cualquier actividad en el fútbol, entre ellos Jeffrey Webb, uno de sus vicepresidentes, que luego fue expulsado de su confederación (Concacaf).
La fiscalía suiza también se incautó de documentos electrónicos en la sede de la FIFA en Zúrich, en el marco de un procedimiento penal por sospecha "de blanqueo de dinero y gestión desleal" referente a las atribuciones de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Catar.
En cuanto al Mundial-2022, las condiciones de los trabajadores en las obras de preparación siguen suscitando la preocupación internacional. Amnistía Internacional acusa a Catar de haber faltado a su promesa del pasado año de introducir reformas en campos cruciales como el sistema conocido como “Kafala”, que pone al empleado a merced de su empleador, como responsable de su visado y de su estado legal en el país. La FIFA asegura que continuará “animando a las autoridades cataríes a abolir el Kafala”.
La cuestión de las temperaturas motivó que las fechas de Catar-2022 se fijaran para los meses de noviembre y diciembre, algo que obligará a modificar los calendarios del fútbol europeo.
Y en cuanto a los patrocinadores, el escándalo planetario que ha provocado esta semana el caso de corrupción ha enfriado el ánimo de los patrocinadores de la FIFA y de la Copa del Mundo. Ayer, el constructor automovilístico surcoreano Hyundai dijo estar “extremadamente preocupado”.
Las tarjetas de crédito Visa elevaron el tono e incluso amenazaron con romper relaciones si no había cambios.
“Hemos informado (a la FIFA) de que reevaluaríamos nuestro patrocinio”, señaló Visa en un comunicado, trasladando su “profunda decepción y preocupación”.
Otras marcas (Nike, Adidas, Coca Cola, Budweiser) también animaron a la FIFA a tomar medidas y aclarar la situación.
Todo ello a tres años del Mundial de Rusia-2018, cuyo sorteo de la fase preliminar tendrá lugar en julio en San Petersburgo./AFP-ENS