Labranza de Amaneceres (compañía de danza Wangari, de Medellín) y Negra/Anger (Colegio del Cuerpo de Cartagena) arrancaron ovaciones emocionadas del público.
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¿Qué se necesita para que una obra de danza conmueva a un público lego en ese arte? Nada. Ningún conocimiento académico previo (quizás lo mínimo sea saber leer y escribir, pero tal vez ni eso).
Para el caso específico de dos obras presentadas en la Tercera Bienal Internacional de Danza de Cali, la emoción sin duda proviene del ancestro africano que tiene hasta el ser humano más caucásico, que se contonea al ritmo de un tambor.
Las obras en cuestión son Labranza de Amaneceres (compañía de danza Wangari, de Medellín) y Negra/Anger (Colegio del Cuerpo de Cartagena).
Labranza de Amaneceres
El público asistente al renovado Teatro Calima, de Cali, ovacionó de pie tras 50 minutos de emociones la obra de Wangari, compañía de danza afro contemporánea dirigida por Yndira Perea.
En el @TeatroCalima Compañía Wangari presenta Obra 'Labranza de Amaneceres' Invitados a la 3° @Bienaldanzacali pic.twitter.com/bs00T2vOu6
— Bienal de Danza (@Bienaldanzacali) 5 de noviembre de 2017
La propuesta musical, a cargo de Río de Tambores, grupo liderado por Feliciano Blandón, incluyó diversos ritmos provenientes del Caribe y el Pacífico, así como el occidente africano.
“Es una obra que habla sobre nuestras raíces porque sabemos que cuando el pueblo pierde su lengua, su cultura y sus tradiciones, es un pueblo que está destinado a desaparecer, entonces hablamos mucho de la cotidianidad y estas mujeres que se empoderan por el bien de sus familias y los hombres que van al monte buscando la subsistencia”, manifestó Perea, que también es la coreógrafa de la obra.
Wangari está conformada por jóvenes de diferentes regiones del país que ven la danza como medio de resistencia y transformación sociocultural.
Con Labranza de Amaneceres, la compañía ganó una beca de circulación internacional otorgada por la Alcaldía de Medellín, gracias a la que asistieron al XXII Festival Internacional de Danza Contemporánea en Managua, Nicaragua.
Negra/Anger
No menos ovacionada fue el Colegio del Cuerpo en el Teatrino del Museo de Arte Modeno La Tertulia, de Cali, y por los mismos motivos.
El coreógrafo de la obra y codirector del Colegio del Cuerpo, Álvaro Restrepo, le dijo a los concurrentes que poder celebrar los 20 años de la compañía en Bienal es un regalo.
Para Restrepo, “Cali es una ciudad que tiene un nivel importante de danza. Al igual que Cartagena es una ciudad que baila, muy contentos. Es la tercera vez que venimos a la Bienal y para nosotros es un honor”.
La obra Negra/Anger, dedicada a la pianista Nina Simone, es una reflexón sobre el racismo y la exclusión.
“Para Cali, la obra tiene una significación especial. Una a obra que habla del racismo, de la herencia afromestiza, es un componente muy importante de la diversidad de nuestro país”, expresó Restrepo a un grupo de periodistas.
Restrepo precisó que la danza contemporánea no cuenta historias, sino que está relacionada con la poesía y la narrativa, que son símbolos universales que le llegan a todo el mundo.
“En Negra Anger trabajamos a través de imágenes y sensaciones. La música es de Nina Simone pianista, compositora y luchadora por los derechos humanos en Norteamérica”, explicó, agregando que “construí una dramaturgia en la que interactuamos con fotografías que tomé de mi propia sombra en la playa y que imprimí en telas. La obra es minimalista, con algunas imágenes y testimonios de Nina Simone y un poema de la peruana Victoria Santacruz, titulado Me Gritaron Negra”.
La ampliación de la protesta de Simone contra el racismo que pudo experimentar desde su niñez a toda clase de exclusión se muestra en un segmento de la obra que habla de los desesperados.
Preguntado sobre el particular por EL NUEVO SIGLO, Restrepo anotó que son “esos seres humanos que la sociedad ha expulsado, negándoles todas las oportunidades, que en este país cruel llamamos desechables, y que nos hemos acostumbrado a que son parte del paisaje urbano”.
Esos desesperados, añadió “no nos conmueven. Hacen parte del paisaje urbano, comiendo de la basura, durmiendo en la calle. De esto habla Nina Simone”.
En el performance participaron once integrantes del Colegio del Cuerpo, catorce bailarines caleños de diferentes ritmos y tres de la universidad Javeriana de Bogotá.
“Ya son 20 años del Colegio del Cuerpo, tenemos muchos planes, queremos consolidar la institución como centro piloto nacional de educación para la paz a través de la danza y el arte en Cartagena. La sede está en la Universidad Tadeo Lozano, tenemos un terreno de 4 hectáreas, donde queremos construir nuestra propia sede, me da envidia del centro de danza que se va construir en la Licorera, necesitamos uno igual en Cartagena”, concluyó el director.
Bienal
Este lunes concluyó esta edición de la Bienal, ‘Otros mundos, otras danzas’, que por siete días recibió 26 compañías nacionales y 8 internacionales en diferentes escenarios de la capital del Valle del Cauca, permitiendo que la ciudad se mostrara ante el mundo con su mejor faceta artística y cultural.
“La Bienal es el espacio de encuentro entre artistas internacionales, nacionales y locales. Es un diálogo entre las diferentes culturas y es la oportunidad de conocer las tendencias en el mundo desde el punto de vista dancístico. Y también que los artistas internacionales que nos vienen a visitar puedan conocer nuestras danzas, nuestros artistas y la calidad artística que ellos tienen”, aseguró Beatriz Barros, gerente de la Bienal.
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