El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, defendió este viernes en México la refoma migratoria que impulsa su gobierno y que está estancada a nivel legislativo al asegurar que es una "cuestión de justicia".
La reforma migratoria no sólo es una "cuestión de justicia, respeto y de dignidad por sacar de la sombra" a 11 millones de indocumentados, sino que es también una "abrumadora cuestión de interés económico" para los Estados Unidos, señaló Biden en un mensaje a medios en la Ciudad de México.
El vicepresidente estadounidense, que llegó el jueves en la noche a la capital mexicana para una breve visita oficial, recordó que la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por su sigla en inglés) presentó en junio un estudio que estima que la legalización de esos indocumentados representaría un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 1,4 billones de dólares en un plazo de diez años.
"Facilitará los viajes a trabajadores y brindará seguridad económica a familias con miembros en ambos lados de la frontera", manifestó.
En las últimas semanas, activistas de los derechos de los inmigrantes se han manifestado en distintas partes de Estados Unidos para exigir la aprobación de la reforma, que se encuentra estancada en la Cámara de Representantes, dominada por republicanos y la oposición hostil a cualquier medida que represente una "amnistía" a los indocumentados.
En junio, el Senado -donde los aliados demócratas del presidente Barack Obama tienen mayoría- aprobó un amplio proyecto de ley que prevé la legalización progresiva de los 11 millones de inmigrantes sin papeles en Estados Unidos, así como una inédita militarización de la frontera con México que es vista con recelo por organizaciones de derechos humanos.
Denuncias de espionaje, eludidas
En México, Biden y su delegación participaron en distintas reuniones de carácter comercial pero también académico que dieron arranque formal al Diálogo Económico de Alto Nivel que pactaron, en mayo pasado en México el presidente Enrique Peña Nieto y Barack Obama.
El vicepresidente concluyó su visita de menos de 24 horas con una reunión con el mandatario mexicano.
En otro orden, Biden eludió las denuncias de espionaje cibernético al vecino país norteamericano, divulgadas a partir del "caso Snowden".
Edward Snowden es el exinformático norteamericano refugiado en Rusia que reveló al mundo la vigilancia sistematizada a escala internacional de Estados Unidos, incluido a Peña Nieto, y a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, entre otros.
Igual que Biden, el gobernante mexicano no hizo ninguna alusión pública al supuesto espionaje de Estados Unidos a Peña Nieto cuando era presidente electo.
Se limitó a celebrar la profundización y madurez de la relación entre México y Estados Unidos que definió "de respeto, de cordialidad, de fraternidad, de amistad y de confianza".
Esta semana, el subsecretario de Relaciones Exteriores mexicano, Sergio Alcocer, dijo que la denuncia de espionaje fue abordada directamente por Obama y Peña Nieto en la pasada cumbre del G20 en San Petersburgo (Rusia), cuando el presidente estadounidense se comprometió a impulsar una investigación profunda sobre el caso, de la que México está "pendiente".
Agilizar el tránsito en la frontera
En materia económica, ambos gobiernos acordaron profundizar sus relaciones y modernizar y agilizar el tráfico de mercaderías y personas por su frontera -de más de 3.000 km y por donde circula el 70% de comercio bilateral- para hacer de Norteamérica "el motor económico más potente del mundo".
Los tres países de esa zona -Canadá, Estados Unidos y México- están aliados en un Tratado de Libre Comercio (TLC) desde 1994. A partir de entonces, México y su vecino del norte "cuadruplicaron su comercio (hasta llegar a) un millón de dólares por minuto y 1.000 millones por día", recordó Biden.
"Necesitamos una frontera más ágil, más fluida y más segura", solicitó, de su lado, Peña Nieto en un mensaje conjunto en el que no se permitieron preguntas a la prensa.
México es el tercer socio comercial de Estados Unidos -por detrás de China y Canadá- con casi 500.000 millones de dólares anuales de intercambios y donde destina más del 80% de las exportaciones. AFP