El ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi podría perder en septiembre su escaño de senador, por lo que lanzó una ofensiva para que el gobierno de izquierda le garantice su presencia en el parlamento como líder indiscutible de la derecha italiana.
"Dirán que es mi culpa si los ministros de mi partido piensan renunciar de cara a la masacre judicial de su líder, elegido por millones de italianos. Yo me pregunto: si dos amigos están en una barca y uno echa al otro al mar, ¿de quién es la culpa si la barca queda a la deriva?", declaró con tono amenazante Berlusconi en una entrevista al diario Tempi, con la que interrumpe diez días de silencio.
La probable expulsión del exprimer ministro y magnate de las comunicaciones del Senado, como estipula una ley del 2012 tras una condena definitiva a cárcel, genera fuerte tensión política en Italia.
Il Cavaliere, que fue condenado en agosto en forma definitiva a cuatro años de cárcel (reducidos a uno por una amnistía) por fraude fiscal por el caso Mediaset, intenta con todos los medios disponibles de evitar la expulsión del Senado, una decisión que debe ser votada a partir del 9 de septiembre por los senadores.
La ofensiva de Berlusconi se ha acelerado después de que el Partido Democrático (PD) aclarara el miércoles a los dirigentes del Pueblo de la Libertad (PDL), el partido de Berlusconi, de que no votará en contra de la expulsión de Il Cavaliere.
La ley conlleva además la prohibición de presentarse como candidato por seis años a todo cargo público, lo que pondría fin a la carrera política del magnate, quien está por cumplir 77 años.
"PD y PDL al borde de la ruptura", titula este jueves el diario Il Corriere della Sera de cara a las amenazas de los partidarios de Berlusconi de retirar su apoyo al gobierno de coalición nacional, liderado por Enrico Letta, dirigente moderado del PD, lo que generaría una nueva e inédita crisis política en la península.
"Pedimos que el PD reflexione, abstrayéndose de la histórica enemistad de veinte años, y reflexione sobre la oportunidad de votar 'no' a la expulsión de Berlusconi" del Senado, solicitó este jueves el viceprimer ministro y secretario político del PDL, Angelino Alfano, en un importante foro de los católicos italianos.
"Todo parece indicar que al gobierno de Letta le queda poco tiempo de vida", escribió el director de Tempi, Luigi Amicone, al presentar la entrevista de Berlusconi.
"Me pueden hacer de todo pero no me pueden privar de tres cosas: el derecho de hablar a nivel político y civil, de animar y guiar el movimiento político que fundé y de ser un punto de referencia para millones de italianos", sostiene Berlusconi.
"La Constitución y el sentido común ofrecen muchas soluciones", asegura Berlusconi, en lo que resultó un pedido desesperado.
El PD, a través de varios dirigentes, rechaza los "ultimátums" del PDL y aclaró que no está dispuesto a efectuar "trueques" entre la ley y la duración del gobierno.
Según varios medios de comunicación, el presidente de la República, Giorgio Napolitano podría indultar a Berlusconi y transformar la pena de cárcel en una sanción pecuniaria.
El magnate, acostumbrado a encarar todo tipo de retos, no pierde la esperanza y confía en que no le apliquen retroactivamente una ley del 2012 por delitos juzgados hace más de 10 años. Una salida jurídica inexplicable para buena parte de la opinión pública.