El exjefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi pidió el viernes cumplir su sentencia de cárcel realizando trabajos de interés general, una decisión que le garantiza una mayor libertad de movimiento.
El líder indiscutible de la derecha italiana, quien fuera tres veces primer ministro, cumplirá su condena a cuatro años de cárcel por fraude fiscal, reducidos a uno gracias a una amnistía, bajo tutela de los servicios sociales.
Il Cavaliere, que de todos modos no iba a entrar a la cárcel por razones de edad, ya que tiene 77 años, tenía que elegir entre la detención domiciliaria o cumplir labores de interés general.
Los abogados de Berlusconi optaron por presentar la solicitud al tribunal de Milán , que podría tener que informar a sus homólogos de Roma, ya que el magnate trasladó su residencia oficial a la capital, pese a que ha residido casi toda su vida en la ciudad norteña.
No se conoce aún la entidad con la que Berlusconi pagará su condena.
Il Cavaliere, que tenía plazo hasta el 15 de octubre para presentar la solicitud, decidió aceptar los consejos de sus abogados, que desde hace varias semanas le proponían tal opción.
Pocos días después de haber sido condenado, Berlusconi había descartado realizar labores sociales "como si fuera un criminal que debe ser educado", declaró.
Sin embargo, esa solución le permite mayor libertad de movimiento con respecto a la detención domiciliaria y seguir liderando su movimiento político, ya que reside en Palazzo Grazioli, a pocos metros del parlamento, en el corazón de Roma.
La lista de labores sociales que un condenado puede realizar en Italia varían: acomodar las estanterías de un supermercado, prestar asistencia a los ancianos e incluso borrar inscripciones o pinturas anónimas realizadas en las paredes de edificios públicos.
"Generalmente, la persona pide realizar obras sociales con asociaciones para evitar que la envíen a limpiar los baños de la estación central de trenes", comentó una fuente cercana a Berlusconi.
El tribunal verifica la credibilidad de la asociación antes de aceptar adjudicarle la tarea social, lo que irritaba al ex primer ministro, al considerar "humillante" que lo sometieran a los cuestionarios de asistentes sociales.
Il Cavaliere comenzará a cumplir su condena dentro de varios meses, probablemente en el 2014.
Llueven propuestas de asociaciones
Una gran cantidad de asociaciones y entidades sin ánimo de lucro le han propuesto trabajar con ellos, entre ellas el Centro Italiano de Solidaridad, para la ayuda a exdrogadictos, con sede en Roma y donde el exministro y amigo Cesare Previti, cumplió su condena por corrupción.
El magnate podría optar también por colaborar con la asociación "Que nadie toque a Caín", que lucha contra la pena de muerte en el mundo.
Se trata de una asociación fundada por el Partido Radical, que reclama desde hace años una reforma de la justicia, uno de sus caballitos de batalla.
Ha ofrecido recibirlo también Exodus, fundada por el cura Don Mazzi, su amigo personal y cuya lujosa sede para la recuperación de drogadictos se encuentra a unas dos horas de Roma.
No se excluye que opte por trabajar con asociaciones fundadas por la editorial de su propiedad, Mondadori, una solución a su medida, que le permitiría cumplir su condena inclusive desde su residencia.
Además podría gozar de una reducción de tres meses de la condena en caso de "buena conducta", por lo que Il Cavaliere cumpliría sólo nueve meses.
Mientras tanto, el magnate sigue siendo un hombre libre y se resiste a abandonar la escena política.
Convoca reuniones, recibe copartidarios y sueña con que el Parlamento apruebe un indulto para liberar presos ante la sobrepoblación de las cárceles, como acaba de proponer el presidente de la República, Giorgio Napolitano, lo que podría beneficiarlo.
"El indulto no lo cobijaría", precisó este viernes la ministra de Justicia, Anna Maria Cancellieri.