Beneficios de biodiversidad en fincas ganaderas | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Noviembre de 2011

La ganadería es mucho más que pastos y ganado y su producción puede depender de la conservación, el aprovechamiento y la recuperación de los ecosistemas.

Los  ganaderos no pueden olvidar que la ganadería es una actividad productiva basada en las interrelaciones entre los bovinos y la vegetación, mediadas por el suelo, el agua y las diferentes propiedades del paisaje que inciden sobre la producción de biomasa y el aprovechamiento de ésta por parte del ganado.
Igualmente deben tener muy en cuenta y a diario que la biodiversidad es tan trascendental para la ganadería bovina que son incontables los beneficios que ella trae a la misma. Siendo muy concretos, produce sombra y alimento para el ganado, contribuye con el control biológico y natural, con el reciclaje de nutrientes y además, con la regulación hídrica y la estabilidad de los suelos.
Así lo hace ver Zorayda Calle Díaz, investigadora de la Fundación Cipav –área de Restauración Ecológica y Agroecología- quien juiciosamente ha estudiado los beneficios que la biodiversidad tiene con la producción ganadera, y sobre el efecto, considera que son variados, complejos y a veces no muy obvios. Para ella, en primer lugar se encuentran los beneficios directos sobre el bienestar del ganado, relacionados con la sombra, la calidad del alimento y el control biológico de los enemigos  naturales; en segundo lugar, aquellos que definen la capacidad de la tierra ganadera para sostener el crecimiento y la reproducción de los animales, y en tercer lugar, los menos evidentes como la belleza paisajística.
Veamos en qué consiste cada uno y las recomendaciones que sobre ellos, deben acoger y asumir los ganaderos para alcanzar un grado alto de éxito en su producción.
Beneficios sobre el ganado
La sombra. Varios estudios han demostrado que la sombra de los árboles en potreros beneficia al ganado al ayudarle a reducir su tasa respiratoria, con lo cual los animales invierten menos calorías en controlar el calor corporal. Como consecuencia, el ganado puede pastorear durante más horas
al día, produciendo una mayor cantidad de leche y carne, además de lograr una mayor eficiencia reproductiva que en potreros similares sin árboles. Lo anterior tiene especial importancia para los animales con genes europeos como los Bos taurus puros o cruzados, aunque también se ha demostrado en ganados cebuínos, Bos indicus.
Alimento para el ganado. Los árboles y arbustos en potreros proporcionan follaje y frutos que ayudan a complementar la nutrición del ganado. Los frutos de árboles como el samán, campano o algarrobillo Albizia (Samanea) saman, el guácimo Guazuma ulmifolia, el algarrobo Prosopis juliflora, el totumo Crescentia cujete, el caimo morado Chrysophyllum cainito y el cañafístulo; Cassia grandis (muy rico en hierro), proporcionan carbohidratos, minerales y proteínas vitales para el ganado.
Control biológico de enemigos naturales. Las aves presentes en los potreros prestan un importante servicio al controlar las garrapatas que transmiten la anaplasmosis y babesiosis al ganado. Así, los árboles y palmas en los potreros adquieren un valor adicional al soportar una avifauna abundante y variada.
Servicio a fincas
Control de herbívoros indeseables. La hormiga arriera o cortadora de hojas se ha convertido en una plaga de difícil manejo en los sistemas agrícolas y ganaderos. Esto ha ocurrido en la medida en que los agropaisajes colombianos han perdido biodiversidad.
No se trata de una coincidencia. En décadas pasadas, cuando las aves conocidas como coclíes Theristicus caudatus abundaban en el valle del río Cauca, las arrieras no eran un problema grave, sin embargo, hoy en día sobreviven pocas poblaciones de coclí en esta región. En un estudio de esta ave, en la reserva natural El Hatico, El Cerrito, Valle del Cauca, una estudiante de biología encontró abundantes hormigas arrieras en las heces del coclí.
Durante mucho tiempo fue un misterio por qué los nidos incipientes de arrieras siempre aparecían
vacíos en El Hatico, hasta que un trabajador de la finca observó que luego del vuelo nupcial de las hormigas, los coclíes desentierran con sus enormes picos a las reinas en los hormigueros recientes.
En El Hatico, la arriera es un herbívoro pero no una plaga. La razón de esto es muy probablemente la biodiversidad. En otras regiones ganaderas como el Caribe, el Magdalena medio, la Orinoquia
y la Amazonia, las termitas, otros insectos sociales, también pueden comportarse como plagas de forrajes cuando desaparecen sus predadores naturales como los osos hormigueros Myrmecophaga tridactyla Tamandua tetradactyla y los armadillos, cachicamos o jerre – jerres (Familia Dasypodidae).
Estos mamíferos prestan un servicio importante a los sistemas ganaderos al controlar las poblaciones de termitas.
Reciclaje de nutrientes. La presencia de escarabajos coprófagos en las praderas ganaderas garantiza una rápida descomposición del estiércol y la liberación de los nutrientes, que son
nuevamente absorbidos por las raíces de las gramíneas. Cuando la población de escarabajos es alta, la degradación del estiércol es tan rápida que las moscas hematófagas no pueden completar su ciclo de vida en este material. Así, los escarabajos contribuyen indirectamente al control de la mosca hematófaga al eliminar el sustrato en el que se desarrollan sus larvas. Los escarabajos prosperan en potreros con árboles abundantes y sin aplicación de insecticidas. Paradójicamente,
la aplicación de insecticidas y productos antihelmínticos (vermífugos) elimina a los escarabajos y favorece a las moscas.
Regulación hídrica y estabilidad de los suelos. En buena parte de nuestros ecosistemas tropicales, los árboles, el suelo y el agua son tres elementos inseparables. Se requieren los árboles para conservar suelos fértiles y profundos con abundante materia orgánica y actividad biológica, y a su vez, se requiere de la esponja natural formada por los suelos profundos para absorber, almacenar y liberar gradualmente el agua.
El agua golpea las hojas y ramas de los árboles, gotea desde las copas y se desliza sobre los troncos, se infiltra en los espacios formados entre las raíces y se almacena en el ambiente fresco del bosque hasta encontrar una capa impermeable de suelo, donde busca una salida a través de un manantial.
Los desechos de los árboles que a veces injustamente calificamos como basura (las hojas secas, ramas caídas y troncos en descomposición) forman con el tiempo la capa vegetal del suelo de la cual depende el sistema de producción ganadera.