La sesión hoy del banco central de Estados Unidos, más conocido como la Reserva Federal (FED), tendrá un ingrediente especial, además de la expectativa que existe en todo el mundo por las decisiones que se tomen en torno al desmonte progresivo del programa de respaldos e incentivos a la economía interna.
Ben Bernanke, quien ha presidido la FED durante los últimos ocho años, deja el cargo. Su nombre e imagen se volvieron de referencia diaria en todo los mercados internacionales, más aún después de que la economía norteamericana empezó a sufrir una crisis de hondas proporciones, que incluso la llevó al borde de la recesión, cuyos coletazos se sintieron en todo el planeta.
Precisamente le correspondió a Bernanke diseñar todo el plan de reactivación de la economía interna, no sólo en lo referente a la inyección de liquidez e incentivos a la producción y el empleo, sino en cuanto a la administración potable de los activos tóxicos, sobre todo los derivados de la crisis en los créditos hipotecarios de largo plazo.
Hoy ese paquete de ayuda ya se empezó a desmontar y Bernanke, al sentir la tarea cumplida, da un paso al costado para que asuma quien fuera su mano derecha en la FED, Janet Yellen.