El Banco Central Europeo (BCE) decidió prolongar su provisión ilimitada de liquidez para los bancos en la zona euro hasta mediados de 2015, anunció este jueves su presidente Mario Draghi, que aseguró que la institución tiene todavía margen para actuar.
Esta provisión de liquidez ilimitada y a tipos de interés fijos a una semana y a un mes, bautizada como MRO, permanecerá en pie "tanto como sea necesario y al menos hasta el 7 de julio de 2015", un año más del periodo hasta ahora previsto, dijo Draghi en una conferencia de prensa en Fráncfort, sede del BCE.
Asimismo, los préstamos de cantidades ilimitadas y a tasas fijas a tres meses (LTRO) también se prolongarán hasta el final del segundo trimestre también de 2015, casi un año más.
En cambio, el consejo de gobernadores del BCE no habló específicamente de un nuevo LTRO de más largo plazo, como los realizados a tres años a finales de 2011 y principio del 2012, aseguró.
El BCE ha dado este jueves una sorpresa al bajar un cuarto de punto su principal tasa de interés, para dejarla en el 0,25%, la más baja de la historia.
También ha reaccionado a los temores sobre un eventual riesgo de deflación en la región, aunque el BCE no considera que se vaya a producir, según su presidente, que sin embargo reconoció que la zona euro está potencialmente en el umbral de "un periodo prolongado de inflación baja".
"No hemos alcanzado todavía los límites" de nuestra capacidad de acción, agregó, antes de subrayar que el BCE puede volver a bajar los tipos de interés y dispone de un amplio abanico de instrumentos en su "artillería".
El consejo de gobernadores del BCE volvió a hablar de dejar en negativo la tasa de depósito a un día, en el que los bancos dejan el dinero en la institución monetaria durante 24 horas, pero la mantuvo en el 0% vigente desde julio de 2012.
De hecho, Draghi aseguró que la apreciación del euro con relación a las otras monedas mundiales no ha tenido "ningún papel" en la decisión del BCE para bajar las tasas de interés.
El tipo de cambio de la moneda europea "no es un objetivo" de la política monetaria del BCE, dijo Draghi, quien aseguró que la fortaleza de la moneda única "no ha tenido ningún papel en la decisión adoptada hoy", ya que, según él, ni siquiera se mencionó en la reunión del consejo de gobernadores.