BCE deja principal tasa sin cambios a 0,75% | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Marzo de 2013

El Banco Central Europeo (BCE) dejó este jueves su tasa principal sin cambios, al 0,75%, pese a la debilidad persistente de la economía en zona euro, en un ambiente de preocupación por la crisis política italiana.

 

Algunos analistas habían especulado con la posibilidad de una reducción de la tasa principal ante la morosidad que reina en la zona euro, pero la mayoría estimó que el BCE optaría una vez más por el statu quo dado que un recorte no beneficiaría a los países en dificultades.

"La prioridad es compensar la disfunción del mecanismo de transmisión (de la política monetaria), para regenerar estas partes de la zona euro, lo que no conseguiría una reducción de las tasas, más que conceder todavía más estímulos a países que ya se aprovechan", como Alemania, estima Richard Barwell y Xinying Chen de RBS.

 

El presidente del BCE Mario Draghi tiene previsto ofrecer una rueda de prensa en la sede de la institución, en Fráncfort (oeste), a partir de las 13H30 GMT.

Los observadores van a mirar con lupa sobre todo sus declaraciones sobre Italia y la coyuntura económica en la zona euro, en particular porque el BCE tiene previsto publicar sus nuevas previsiones de crecimiento e inflación para 2013 y 2014.

Además del caso italiano, la zona euro se enfrenta al deterioro de algunos indicadores, lo que deja prever una convalecencia más larga de lo previsto.

 

Por eso, la mayoría de los analistas esperan que el BCE revise a la baja sus previsiones de crecimiento e inflación para la zona euro en 3013. En diciembre, la institución vaticinaba un repliegue del PIB del 0,3% y una subida de los precios del 1,6% para este año.

Para el próximo, auguraba un crecimiento del 1,2% y una inflación del 1,4%.

El desempleo se situaba en el 11,9% de la población activa a finales de enero.

"Las perspectivas de crecimiento son mejores pero todavía dilatadas" y las previsiones de que se reduzca la inflación hubieran justificado, en teoría, una reducción de las tasas, según Carsten Brzeski, economista del banco ING, pero ello no hubiera ni siquiera beneficiado a los países que más lo necesitan.

Asimismo, el nivel del euro, que preocupaba a Francia el mes pasado, ha caído en las últimas semanas, "lo que aligera en parte la presión por la recorte" de las tasas, dice Marie Diron de Ernst & Young.

Además, a la situación de la zona euro se ha sumado la incertidumbre política en Italia, que "influye en la confianza económica y podría atrasar el retorno de las inversiones, el fin de la recesión" y sobre todo hacer que se esfume el efecto del nuevo programa de compra de deuda pública que el BCE anunció en septiembre, dice Christian Schulz, del banco Berenberg.

 

Este programa, conocido como OMT, ha contribuido a hacer bajar la prima de riesgo de los países atacados por los mercados y hacer volver los capitales a la zona euro aunque todavía no se ha puesto en marcha. Pero la italiana y la española han vuelto a subir.

"El BCE no puede -y no querrá- hacer algo para ayudar a Italia, aunque su prima de riesgo se dispare" si el país no está dispuesto a pedir ayuda a sus socios y someterse a cambio a un programa de reformas estructurales y presupuestarias que conlleva, dice Schulz.