El Bayern de Múnich y el Atlético de Madrid, que ya habían ganado en la ida, cumplieron los pronósticos ante el Arsenal y el Milan, respectivamente, y se clasificaron para los cuartos de final de la Liga de Campeones.
El Bayern Múnich, vigente campeón de Europa empató 1-1 en su estadio ante el Arsenal, pero hizo buena su victoria de hace tres semanas en Londres (2-0), mientras que el Atlético de Madrid, que ya había ganado en Italia (1-0) certificó su pase con una goleada en el Estadio Calderón (4-1) ante el Milan.
Diego Costa abrió y cerró la cuenta goleadora del Atlético (3 y 85), mientras que los otros dos tantos los marcaron el turco Arda Turan (39) y Raúl García (71), marcando el brasileño Kaká el gol del honor para los italianos (28).
En Alemania, Bastian Schweinsteiger adelantó a los locales (53) y Lukas Podolski empató para el Arsenal (56), en un partido en el que el Bayern podría haber ganado si Tomas Müller no hubiese fallado un penal en el descuento (90+2).
Llevado en volandas por un público entusiasmado, el Atlético salió desde un principio a no darle al Milan la posibilidad de creer en la remontada y en el minuto 4 ya se puso por delante en el marcador, con un espectacular remate de volea de Diego Costa tras un centro de Koke.
El Milan sólo inquietó durante unos minutos en el primer tiempo, que coincidió con los instantes posteriores al empate italiano, logrado por el brasileño Kaká en un remate de cabeza (28).
Poco antes del descanso, el turco Arda Turan dio de nuevo la ventaja a los locales (39), con un disparo desde la frontal que desvió un defensa, y sentenció en la segunda parte con los goles de Raúl García, en otro remate de cabeza, y de nuevo de Diego Costa, con un disparo cruzado.
El Atlético no se clasificaba para unos cuartos de final de la primera competición continental desde hacía 17 años.
El equipo italiano no hizo honor a su historia y a su palmarés y volvió a demostrar en Madrid que está a años luz de los mejores equipos europeos en la actualidad.
Dominio del Bayern
En el Allianz Arena de Múnich, el partido estuvo controlado en todo momento por el actual campeón de Europa ante un rival que nunca dio la impresión de poder remontar el 2-0 encajado en el partido de ida.
El Bayern controló el balón (cerca del 70% de posesión) y atacó bien por las bandas, pero sin crear verdaderas ocasiones de gol en la primera parte, salvo un remate picado del holandés Arjen Robben (20) que se marcho alto.
Tras media hora de dominio infructuoso, el Arsenal a punto estuvo de ponerse por delante en el marcador, en un saque de esquina que remató de cabeza el francés Olivier Giroud y detuvo con dificultades Manuel Neuer (31).
Fue el único susto en el primer tiempo del Arsenal al Bayern, que pudo haber llegado con ventaja al descanso si Mario Götze hubiese acertado a marcar en un remate desde el interior del área que atajó el arquero polaco Lukasz Fabianski (45).
El Bayern tuvo premio a su dominio al inicio del segundo tiempo, en una buena jugada del francés Franck Ribery por la izquierda que remató a gol Bastian Schweinsteiger (53).
El Arsenal reaccionó de inmediato e igualó por medio del alemán Lukas Podolski, tras robar el balón a Philipp Lahm (56), en una posible falta del atacante.
Con el 1-1 en el marcador, los ingleses seguían necesitando dos goles para clasificarse para los cuartos por lo que adelantaron algo sus líneas y el partido entró en una fase de juego de llegada constantes a las áreas de los dos equipos.
Robben pudo dar la victoria a su partido, con un polémico penal cometido sobre él en el descuento (90+2), pero el arquero polaco Lucasz Fabianski le paró el disparo a Tomas Müller y el marcador no se movió.
El Arsenal nunca dio la impresión de poder lograr la remontada en Múnich, a imagen de su estrella Mesut Özil, desaparecido en la primera parte y sustituido al descanso.
La única mala noticia para los de Pep Guardiola es la tarjeta amarilla que vio el brasileño Dante, lo que le privará de la ida de los cuartos de final, aunque viendo la plantilla del equipo alemán, el técnico español no tendrá muchas dificultades para encontrar sustituto al central brasileño.