El Arsenal perdió en casa (2-0) este miércoles ante el Bayern en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, en un partido marcado por la expulsión del portero local, el polaco Wojciech Szczesny, en el minuto 37.
Los goles alemanes fueron obra de Toni Kroos (54) gracias a un disparo con efecto y a la escuadra desde fuera del área y a un remate de cabeza de Thomas Muller (88), ya en los últimos instantes.
Además, de jugar con diez la mayor parte del encuentro, los Gunners fallaron un penal en los primeros compases del encuentro con el alemán Mesut Özil, aunque los muniqueses también erraron la pena máxima que supuso la expulsión del portero local, en ese caso con el austríaco David Alaba.
Fue un partido de calamidades para el Arsenal, obligado a hacer dos cambios en la primera parte, ya que a la media hora el lateral izquierdo Kieran Gibbs tuvo que ser sustituido por el español Nacho Monreal por una lesión y tras la expulsión de Szczesny, su compatriota Lukasz Fabianski entró en lugar del también español Santi Cazorla.
"Todo se puso en nuestra contra. Deberíamos haber ido 3-0 antes de que se dieran cuenta de que el partido había empezado", afirmó el técnico del Arsenal, Arsene Wenger.
"En la segunda parte, con 10, tuvimos muchos problemas porque ellos tienen muy buenos jugadores. Pero tendremos nuestras oportunidades en la vuelta", concluyó el técnico gunner.
El Arsenal fue más incisivo en los primeros envites y consiguieron quitar el balón al Bayern y dar más de un susto a los hombres entrenados por Pep Guardiola.
"El Arsenal fue mucho mejor que nosotros en los primeros 20 minutos, pero tras la expulsión de su portero, el partido cambió", analizó el entrenador español de los alemanes.
A los cinco minutos, Manuel Neuer sacó bajo palos un tiro del francés Yaya Sanogo y solo un minuto más tarde detuvo con seguridad un tiro de Cazola.
Pero la mejor oportunidad para los locales fue el penal fallado por el Özil (8), objeto de la falta dentro del área rival. Su tiro flojo y al centro lo detuvo Neuer con autoridad.
Con ese falló se paró el ímpetu del Arsenal y el Bayern empezó a ganar terreno y, sobre todo, el balón.
Pese a que los Gunners seguían siendo un peligro a la contra y disfrutaron de varias buenas ocasiones de peligro, el mando del encuentro pasó a ser de los alemanes.
El partido se volcó del lado visitante en el minuto 37 cuando el meta Szczesny derribó al holandés Arjen Robben dentro del área y el colegiado señaló penal y expulsión del cancerbero.
Pese a que el disparo de Alaba se fuera al palo y fuera, ya nada fue lo mismo para el Arsenal.
Con uno más, el Bayern asedió la portería del Arsenal y al principio de la segunda mitad Kroos (54) recibió en la frontal del área un pase de Philipp Lahm, de primeras golpeó el balón con su zurda y este fue directo a la escuadra, imposible para Fabianski.
"Con nueve defensas dentro del área es difícil meter un gol, pero tuvimos paciencia, controlamos el partido y los tantos llegaron", explicó Guardiola.
Con Robben al frente de la carga y Lahm en la sala de máquinas, parecía que el marcador se abultaría mucho.
Pero bien fuera Fabianski, bien el cuerpo de un defensor o bien unos pocos centímetros, el balón no terminaba de entrar.
Al final, en los últimos minutos, Lahm recibió el balón levantó la cabeza y centró con la precisión necesaria para que Thomas Muller, bien desmarcado, rematara a la red solo ante Fabianski.
Con dos goles a favor, el castigo todavía pudo ser mayor, pero en el minuto 90 el tiro de Kroos se fue al palo.
Mal resultado para el Arsenal, que como en 2013, cuando perdió 3-1 en Londres en el partido de ida de la misma ronda, deberá ir a Múnich el próximo 11 de marzo con la necesidad de ganar por más de dos goles./AFP