La Unión Europea (UE) dio el mandato a Michel Barnier para liderar el proceso de divorcio con Reino Unido en nombre de los 27, que con esta decisión culminan sus preparativos de cara al inicio de las negociaciones del Brexit a mediados de junio, tras los comicios británicos.
"Estamos listos y bien preparados. Tenemos un mandato claro apoyado por los 27" países del bloque, aseguró en rueda de prensa Barnier, tras recibir la autorización de los ministros de Asuntos Europeos reunidos en Bruselas.
La primera ministra británica, Theresa May, activó oficialmente el proceso de salida del bloque de Reino Unido el 29 de marzo y, desde entonces, los europeos han ido preparándose para el inicio de esta negociación, que podría desembocar en 2019 con la marcha del primer país en 60 años de proyecto europeo.
El ministro de Asuntos Europeos maltés, Louis Grech, cuyo país asume la presidencia 'pro tempore' del bloque, subrayó que "respecto a la UE, las negociaciones pueden empezar", si bien Barnier precisó que esperan la "primera ronda" para "la semana del 19 de junio".
May, que anticipó las legislativas para reforzarse de cara al Brexit, defendió este lunes en un acto electoral en Gresford (norte de Gales) su continuidad al frente del ejecutivo, ya que "no hay tiempo que perder ni tiempo para que un nuevo gobierno encuentre su camino".
"Si no lo hacemos bien, las consecuencias para el Reino Unido y la seguridad económica de los trabajadores de a pie serán graves y, si lo hacemos, las oportunidades que tenemos por delante son grandes", añadió la jefa de gobierno, que cuenta con una amplia ventaja en los sondeos.
- 'Momentos de tensión' -
La campaña electoral británica, centrada en el Brexit, augura unas negociaciones de divorcio complejas, máxime cuando la UE ha hecho de garantizar los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido, la factura a pagar por Londres con su marcha y la frontera en la isla de Irlanda sus prioridades.
Así lo plasmaron los ministros este lunes en sus primeras directrices de negociación, que deberá seguir Barnier, para quien serán unas conversaciones "difíciles" y "habrá momentos de tensión", aunque urge a no perder la perspectiva de las futuras relaciones con Londres.
Los 27 escriben negro sobre blanco en sus directrices que, sin "progresos suficientes" en sus tres prioridades, descartan empezar a abordar el futuro marco de las relaciones con Reino Unido, que podría incluir un acuerdo de libre comercio.
En una entrevista este fin de semana al diario británico Sunday Times, el ministro británico para el Brexit, David Davis, advirtió que negarse a negociar un acuerdo comercial mientras el Reino Unido no haya aceptado pagar su factura de divorcio podría provocar una "crisis".
El tema de la factura, que según fuentes europeas podría ascender a 60.000 millones de euros, es para Barnier el "más difícil de la negociación", por lo que abogó en una reunión de comisarios europeos a principios de mayo por una "metodología clara" de cálculo, según las minutas de la Comisión.
En este sentido, el canciller luxemburgués, Jean Asselborn, advirtió a Reino Unido este lunes que podría abonar todos sus compromisos acordados en el vigente marco financiero plurianual de la UE (2014-2020), aunque el Brexit sea efectivo en 2019.
El francés Barnier, excomisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros (2010-2014), y conocido como la "pesadilla" de la City londinense durante su ejercicio, anunció que reunirá a su equipo el martes para finalizar su posición de negociación.
Esta posición la enviarán "muy rápidamente" a Londres justo después de las legislativas del 8 de junio, ya que, para los europeos, la pelota está ahora en el campo británico. "Corresponderá a ellos decirnos cuándo están listos", apuntó la semana pasada una fuente diplomática en Bruselas.