Una estrecha cooperación mantienen desde hace meses el FC Barcelona y Catar, pero estos días el idilio queda aparcado.
El jueves el equipo catalán se mide al Al Sadd en las semifinales del Mundial de Clubes.
Las relaciones institucionales entre las autoridades del pequeño país del Golfo Pérsico y la entidad azulgrana permitieron un acuerdo de patrocinio inédito en las camisetas del equipo, donde luce el nombre de Qatar Foundation, lo que provocó una reciente gran polémica en el seno del club.
A pesar de que se trata de una organización sin ánimo de lucro para promover la educación, su relación con el emir de Catar provocó recelos entre miembros del equipo catalán, que no veían bien que la camiseta azulgrana mantuviera esa relación tan estrecha con un pais no democrático.
El acuerdo implicaba además un cambio en la estrategia de imagen del club, que siempre se había caracterizado por no tener publicidad en su camiseta, con la excepción de los últimos años, en los que se decidió ceder su espacio a la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Finalmente, el asunto se sometió a votación y pudieron los argumentos económicos (165 millones de euros por cinco temporadas): en la asamblea de socios compromisarios ratificó el acuerdo con 697 votos a favor, 76 en contra y 36 en blanco.
"Los compromisarios han ratificado, de manera rotunda, el acuerdo con Qatar Sports Investment para el patrocinio de la camiseta a través de la Qatar Foundation", celebró entonces el club, destacando el "impacto económico sustancial" que iba a suponer para el equipo.
Barcelona y Qatar Foundation, que preside la esposa del emir, la jequesa Moa Bin Nasser Al Missned, sacaron adelante su proyecto, para alegría de los defensores del proyecto, entre ellos el entrenador del equipo, Josep Guardiola, que mantiene una buena relación con el país.
Guardiola jugó en Catar, en el Al Ahli Doha, de 2003 a 2005, y fue uno de los embajadores de la candidatura a ser sede del Mundial-2022, como finalmente consiguió en diciembre de 2010.
En los días previos a la votación de la asamblea de socios compromisarios de este mes de septiembre, se 'mojó' abiertamente a favor de Qatar Foundation y defendió que no veía justa la imagen que estaban intentando transmitir de Catar los detractores del patrocinio.
"Catar es el país del mundo islámico, sin duda, más abierto y más occidental, de ahí que le hayan dado el Mundial. Se quieren abrir al mundo occidental", destacó, apuntando que en su estancia allí hizo "muchos amigos musulmanes" y que le ayudó a cambiar su actitud ante otras culturas y religiones.
En su primera rueda de prensa en Japón, el lunes en Yokohama, celebró poder jugar de nuevo contra un equipo catarí.
"Jugué contra el Al Sadd varias veces. Viví en Catar con mi familia durante dos años en el pasado. Es un gran país y les respeto mucho. Estoy feliz por poder jugar contra ellos", afirmó.
El Al Sadd, campeón de Asia desde el mes de noviembre, se clasificó para las semifinales del Mundial de Clubes el domingo, al superar por 2-1 al Esperance Sportive de Túnez en Toyota.
El Barça, representante de Europa en la competición, es el gran favorito al título y comienza directamente en las semifinales, en Yokohama. La final se disputa en esa mismaciudad el domingo.
AFP