Frente a la polémica generada por los baños sin puertas de los jardines infantiles en Bogotá, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se permite informar que este tipo de estructuras, similares a las dispuestas en los Centros de Desarrollo Infantil del país, responden a normatividad internacional que el país ha ido apropiando para garantizar la seguridad de los niños y niñas menores de cinco años beneficiarios de la estrategia: De Cero a Siempre.
Constanza Liliana Alarcón, coordinadora de la Comisión Intersectorial de Primera Infancia de la Presidencia de la República, aseguró que esta norma está basada en un componente pedagógico, de control de esfínteres y de protección de los niños y niñas en jardines infantiles y Centros de desarrollo Infantil, precisando que desde hace cinco años todas las construcciones dirigidas a la Primera Infancia cuentan con los estándares de calidad tanto nacionales como internacionales definidos para garantizar ambientes protectores y seguros tanto para niños y niñas.
Así mismo señaló que no es un tema exclusivo de aseo y orden corporal, se contempla también el tema de cuidado del cuerpo, de reconocimiento y de autonomía, lo que justifica que sea una práctica distinta arquitectónica y pedagógicamente hablando.
“En cuanto al tema específico de baños hay una normatividad relacionada con ventilación, iluminación, condiciones higiénico sanitarias, de espacios seguros y tiene que ver con la edad de los niños. Por su proceso de desarrollo los niños están aprendiendo a controlar esfínteres, lo que implica que la docente debe estar muy pendiente de ellos garantizando una buena instrucción para que se familiaricen con el baño y eso requiere tener visibilidad", explicó Alarcón.
Así mismo, aseguró que los aspectos de seguridad son fundamentales en estos casos. "Son niños muy pequeños que si se dejan en espacios cerrados pueden quedar Atrapados, pueden jugar con agua u otros elementos de los sanitarios y eso los pone en riesgo" afirmó y agregó "cuando en los jardines hay mucha circulación de adultos, es conveniente que los espacios sean abiertos por temas de prevención y seguridad. Un espacio cerrado puede facilitar el acceso de un adulto o alguien mayor y se puede prestar para situaciones de abuso o maltrato que atenten contra la seguridad de los niños”.
La funcionaria ofreció un parte de tranquilidad a los padres de familia y adultos en general a quienes aseguró que estas estructuras buscan el bienestar de los niños. “Esta es una acción clara, justificada y estudiada de porqué los espacios para los niños más pequeños deben ser distintos a los espacios de los niños más grande, y es algo que ha venido implementando Colombia con la Política de la Primera Infancia, es entender las condiciones de desarrollo de los niños, ellos apenas están adquiriendo movilidad, trabajan en su autonomía y esto lleva a brindarles ambientes de seguridad. Es lo que la norma internacional recomienda”, puntualizó.