En desarrollo de una reforma destinada a sanear el sector bancarios, Santander, BBVA y CaixaBank, anunciaron que este año aprovisionarán más de 6.000 millones de euros.
El gobierno español aprobó una reforma del sector para sanear de una vez por todas los descalabros provocados por la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008.
Esta exige a los bancos realizar de aquí a un año (dos en caso de fusión) provisiones y una reserva de capital por valor de 50.000 millones de euros, para poder hacer frente a la posible pérdida de valor de su patrimonio inmobiliario.
Santander, número uno de la Eurozona en cuanto a capitalización aseguró el martes que "tendrá que provisionar 2.300 millones más por la nueva norma sobre activos inmobiliarios".
Al hacer públicos sus resultados a finales de enero, el banco anunció que ya había hecho "provisiones extraordinarias", concentradas en el cuarto trimestre de 2011, por un total de 3.183 millones de euros, sobre todo para protegerse de los activos inmobiliarios problemáticos.
De esta cantidad, más de la mitad (1.812 millones de euros) concierne a los activos inmobiliarios de Santander en España, país sumido en la crisis desde el estallido de la burbuja del sector de la construcción en 2008.
Los restantes 2.300 millones de euros "se cubrirán contra las plusvalías que se obtengan durante el año de los que 900 millones de euros provienen de la plusvalía por la venta de Banco Santander Colombia y mediante dotaciones ordinarias para provisiones del ejercicio 2012", precisó el comunicado.
Por su parte, el segundo banco español, el Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), consideró que "el impacto neto final de la medida" en sus cuentas "se elevará a 1.360 millones de euros".
BBVA afirma "disponer actualmente del capital principal suficiente para aplicar la nueva norma".
El 2 de enero, el banco dio a conocer un beneficio neto en 2011 de 3.004 millones de euros, en baja de 34,8% en 2010, cayendo incluso en rojo en el cuarto trimestre debido a la pérdida de valor de su actividad en Estados Unidos.
Entonces precisó haber puesto de lado 665 millones de euros en todo 2011 para "sanear" su patrimonio inmobiliario.
En cuanto a CaixaBank, tercer banco español, dijo que "el importe estimado de las nuevas provisiones a constituir para la cobertura de los activos inmobiliarios asciende a 2.436 millones de euros".