El continente debe prepararse en caso de una recaída en la recesión de los países avanzados que arrastre al resto del mundo, sugirió el jefe para la región, Augusto de la Torre.
"La región no puede controlar lo que pasa en el mundo. Lo que la región sí puede controlar es la preparación frente al choque", dijo de la Torre en rueda de prensa, al presentar el informe de evaluación de América Latina, en la semana de asamblea bianual del Banco.
Las perspectivas de crecimiento lucen sombrías, según el informe que presentó simultáneamente el Fondo Monetario Internacional (FMI), con una previsión del 4% a nivel mundial, pero con graves incertidumbres en la zona euro y Estados Unidos.
América Latina debe aprovechar su buen comportamiento macroeconómico de la última década para continuar con su tendencia al "desacoplamiento" de los países avanzados, propuso de la Torre. Si esos países siguen creciendo anémicamente, "lo que sería esencial ahí es que China mantenga un crecimiento fuerte y que los precios de las materias primas no bajen".
"Los más preparados son los países que tienen metas de inflación", como Brasil o México, puso a modo de ejemplo de la Torre. "Esos países tienen una primera línea de defensa fuerte" con sus tasas de interés, añadió.
"Es muy difícil predecir, pero hemos visto una reversión muy importante en materia de riesgos globales: Brasil, Colombia, México, y Perú tienen menos riesgo que Francia" a ojos de los mercados, dijo de la Torre. "La percepción de riesgo de Chile es parecida a la de Alemania y Suecia. Esto no tiene precedente histórico", añadió.
Pero América Latina sigue careciendo de competitividad frente al Este asiático, lo que supone un freno a su posibilidad de crecimiento. "Mientras las economías emergentes de Asia pueden mantener tasas no inflacionarias de entre el 6 y el 9%, la mayoría de países de América Latina tienen tasas de crecimiento no inflacionarias de alrededor del 5%", explicó.
AFP