Si a última hora no se interpone una decisión sorpresiva, la Junta Directiva del Banco de la República en su reunión de hoy mantendría las tasas de interés inalteradas y las dejaría en 4,5 por ciento como viene sucediendo desde julio de este año.
Indica el analista de Interbolsa Julián Márquez que a pesar de la calma local, “el comportamiento de los mercados internacionales ejercerá presiones al Emisor para mantener la tasa de intervención estable por segundo mes consecutivo. La tasa real de la economía (Repo - inflación) ya se ubica en terreno positivo (1.2%). Pese a que la economía local muestra señales del buen momento económico, la volatilidad externa puede generar efectos negativos sobre la dinámica local”.
Por su parte, el director de Investigaciones Económicas del Bancolombia, Daniel Ignacio Niño Tarazona argumenta que “en la mayoría de las decisiones de aumentar sus tasas de interés durante 2011, el Emisor evidenció que, al igual que para el Gobierno, el crecimiento del crédito consumo ha sido la mayor y recurrente preocupación”.
Agrega “con miras en que lo que antes era impensable hoy es posible, el Emisor mantendrá inalteradas sus tasas de interés en al menos las próximas dos reuniones. La inflación de este año y la del próximo se ve contenida. Desde hace meses el crecimiento del 5.2 por ciento del segundo trimestre del año está descontado, así como la probabilidad de un crecimiento cercano al 5.5 por ciento para 2011 contempla un tercer trimestre sólido”.
Considera Niño que el desempleo reportado en julio sigue bajando, como producto de una mayor velocidad en el crecimiento de empleo asalariado y un crecimiento negativo y sostenido de los desocupados.
Por otro lado, las cifras de exportaciones mensuales en julio crecen jalonadas por las exportaciones de petróleo, pero confirman también que los datos de los últimos dos meses en exportaciones no tradicionales son los mejores registros desde el 2007. Con aumentos por encima de 30 por ciento, las ventas industriales al exterior son impulsadas por las exportaciones a mercados emergentes.
Sostienen los expertos que el dilema del Banco de la República entre lo externo y lo interno es sustancial. La divergencia supone elementos que justifican la pausa temporal en las tasas de interés y otros elementos, que indican que la economía interna mantiene su robustez.
“Lo más importante es que la información mensual del crecimiento en el crédito valida la preocupación del Banco Central y del Gobierno, en el sentido de que, si bien el crecimiento observado es sostenible, y se ha moderado la expansión en el consumo, no está garantizado el que por sí sola la moderación, o una apropiada velocidad de moderación, ya hagan parte de una nueva tendencia”, asegura Niño.
Por su parte, Julián Márquez señala que “parte de las presiones sobre los precios de la economía en el mediano plazo se deriva de la evolución actual del crédito, pues implica una reactivación de la demanda tanto de los consumidores (vivienda y consumo) como de las empresas (comercial). El hecho que la cartera mantenga su crecimiento estable da espacio para que el Banco de la República realice pausas en la tasa”.
Niño sostiene que la trasmisión de tasas de interés del Emisor al crédito ha sido moderada, en parte porque con el desempeño del empleo, los efectos del grado de inversión en el costo de la deuda del Gobierno y la alta competencia entre entidades bancarias, es difícil distinguir un punto divisorio entre factores cíclicos-temporales de los factores estructurales o sostenibles en el tiempo.
“El Emisor llama la atención sobre que las tasas de interés de la economía están aún en niveles históricamente bajos, pero las expectativas de inflación señalan que las inflaciones bajas y estables predominan en el panorama de los próximos años. La senda de la deuda pública, las rentas petroleras y mineras, así como el grado de inversión en los próximos años suponen tasas de interés implícitas más bajas que las tradicionalmente observadas en Colombia”, explica el investigador del Bancolombia.
Añade que si bien desde febrero el Banco ha subido sus tasas de interés, la expansión del crédito y la oferta monetaria empiezan a generar indicios de necesaria evaluación y constante monitoreo. El país no presenta desequilibrios macroeconómicos importantes o agudos, pero tiene ya alertas, al menos frente a referentes históricos, que le indican que sin una moderación del crédito pueden aumentar los riesgos en un futuro no muy lejano.