El banco central de Rusia recortó de 11% a 10,5% su tasa básica y afirmó que esa reducción, la primera en diez meses, reflejaba su confianza en el control de la inflación y en la mejora de la economía.
La institución emisora destacó en un comunicado "la tendencia a una inflación más estable y a una disminución de las expectativas y de los riesgos inflacionistas en un contexto de recuperación económica inminente".
El banco se mostró "más confiado" a causa de la ralentización de la tasa anual de la inflación, estabilizada en torno al 7,3%, frente a más del 15% durante la mayor parte del año pasado.
El banco central agregó que se planteaba "la posibilidad de una nueva reducción de la tasa, en función de su evaluación de los riesgos inflacionistas".