El ex secretario general de la ONU Ban Ki-moon anunció este miércoles que no se presentará como candidato a las próximas elecciones presidenciales en Corea del Sur.
El diplomático regresó en enero a su país tras haber estado durante ocho años al frente de la secretaría general de Naciones Unidas. Durante meses mantuvo la incertidumbre sobre su futuro, mientras algunos observadores lo anunciaban como candidato a la presidencia.
"Voy a retirarme de la política", declaró en una rueda de prensa. "Siento decepcionar a mucha gente", agregó.
Aunque nunca dijo que iba a ser candidato, Ban participó en numerosos actos públicos que parecían anticipar una candidatura para el partido conservador Saenuri de la presidenta destituida Park Geun-Hye, o para una facción conservadora disidente.
Pero no logró asegurarse el apoyo del partido y su imagen fue empañada por acusaciones de corrupción contra algunos de sus allegados. Medios de comunicación lo describieron como totalmente desconectado de la realidad de los surcoreanos.
"Mi patriotismo y mis aspiraciones fueron objeto de calumnias que se asemejan a una masacre de personalidad", deploró el miércoles, antes de inclinarse en señal de respeto, recoger sus papeles y marcharse.
Su popularidad cayó en las últimas semanas. Un sondeo le atribuía recientemente un 13,1% de opiniones favorables, y un 20,2% en contra.
Diplomático de carrera, Ban Ki-moon nunca ha estado adscrito a un partido en su país, aunque fue de 2004 a 2006 el ministro de Relaciones Exteriores del presidente liberal Roh Moo-Hyun.
Las elecciones presidenciales están previstas sobre el papel para antes del final de 2017.
Pero podrían celebrarse antes si la Corte Constitucional confirma la destitución de la presidenta votada por el parlamento. En ese caso habría que organizar elecciones en un plazo de 60 días después de la decisión.
Park está acusada de colusión con su exconfidente Choi Soon-Sil, juzgada por haber sacado decenas de millones de dólares a grandes conglomerados del país.