Carlos Bacca, el delantero colombiano de Sevilla, tendrá el miércoles, en la final de la Europa League contra Benfica en Turín, la ocasión de emular a su compatriota Radamel Falcao, ganador del trofeo en 2011 con Oporto y en 2012 con Atlético Madrid, con actuaciones decisivas.

"Es algo muy bonito, teníamos la ilusión desde el primer día de llegar a la final de la UEFA y lo hemos conseguido. Llego en mi mejor momento. Creo que llegamos en un gran momento, nos venimos preparando para eso. Uno siempre sueña con aportar lo mejor que uno tiene para el equipo", afirma Bacca.

Falcao, que este año juega en el Mónaco y lucha contrarreloj para recuperarse de su lesión de ligamentos y poder acompañar a Bacca en la delantera colombiana en el Mundial, marcó el gol que dio el título al Oporto frente a Sporting Braga en 2011 (1-0) y un doblete contra Athlétic Bilbao en 2012 (3-0).

"En la final no hay ningún favorito, en la final siempre tienes que dar lo mejor. Las finales no se juegan sino se ganan", afirma Bacca respecto al partido contra el Benfica.

Bacca afirma que el Mundial con Colombia es importante para él, pero ahora su pensamiento está centrado en la final de Turín contra el Benfica.

"Ahora mismo mi mentalidad está cien por cien en el Sevilla y después estará en la selección y estar de lleno allá", señala.

El Sevilla ganó la Europa League en 2006 y 2007 y buscará en 2014 su tercer título.

"Soy un aficionado al fútbol y vi las finales. Lo que se vivió en la ciudad me lo han contado los compañeros, fue muy lindo y esperamos repetirlo", explica.

Bacca, que el 8 de septiembre cumplirá 28 años, fichó con el Sevilla el pasado 10 de julio, procedente del Brujas belga, por cinco temporadas.

Comenzó en el Barranquilla FC y en el Minervén de Venezuela antes de dar el salto a la Primera División colombiana en 2009, en el Junior de Barranquilla, del que es aficionado. En enero de 2012 recaló en el Brujas.

Fue nombrado mejor jugador de la Liga belga en 2013 y máximo goleador del campeonato con 28 tantos.

"No dudarán de mi hambre, entrega y profesionalismo, trataré cada minuto de dar lo mejor de mí mismo", anunció Bacca al llegar a España. Y ha cumplido su palabra.

"Desde el primer momento sentí como si llevara mucho tiempo aquí porque los compañeros son humildes y hacen que te adaptes rápido", explicó una vez comenzada la temporada.

Bacca ha logrado hacerse indispensable en el Sevilla y ha colocado en el banquillo a su gran competidor por el puesto de delantero titular, el francés Kevin Gameiro.

"Es una competencia muy sana y el que gana es el Sevilla. Los dos estamos sumando, que es lo más importante, pero el trabajo es de todo el equipo", indica.

A finales de enero se acordó de Radamel Falcao, tras la grave lesión de éste. Ante el Levante, lució una camiseta de apoyo a su compatriota.

De origen humilde

"Ese mensaje es poco para lo que él se merece, porque hemos compartido cosas, tenemos una amistad y es alguien muy importante para toda Colombia por lo que nos ha dado. Es un ejemplo también fuera del campo", dijo Bacca en los micrófonos de la radio del Sevilla FC.

Bacca es el menor de tres hermanos en una humilde familia colombiana. Gilberto, el padre, era mecánico, y jugó al fútbol, como portero. En su pueblo, en Puerto Colombia, cerca de Barranquilla, lo llaman el Peluca, porque llevaba el pelo largo cuando era pequeño y un vecino le dijo que parecía que llevaba una peluca.

En cada gol, mirada al cielo y brazos levantados. Es su agradecimiento eterno a Dios.

"Cada vez que salgo al terreno de juego pido a Dios que me ilumine a mí y a mis compañeros para que podamos tener tranquilidad y nos salgan bien las cosas. Dios me ayuda mucho, me ha dado dos bendiciones que son mis dos hijos y mi esposa, me ha hecho más humilde, y en los mejores momentos, es cuando más humildad le pido", explica.

Esta temporada lleva 21 goles. Ante el Benfica espera mirar al cielo y levantar los brazos por vigesimosegunda vez.