Autoridades reabrieron este viernes una salida por carretera desde Acapulco, donde se encuentran varados miles de turistas tras las mortales tormentas que han azotado a México, en tanto trabajan a marchas forzadas para encontrar a decenas de desaparecidos en un alud y un helicóptero de rescate extraviado.
El estado más golpeado es Guerrero y especialmente el balneario Acapulco donde se calcula que unos 40.000 turistas, la gran mayoría mexicanos, quedaron atrapados desde que Manuel impactó en la costa Pacífico el sábado, provocando la inundación de la mitad de la localidad y obligando al cierre de las dos carreteras de salida por los numerosos derrumbes de tierra.
Más de 24.000 turistas ya pudieron partir de Acapulco en los escasos vuelos militares y comerciales que empezaron a salir el martes pero la lentitud de las salidas hizo que muchos vacacionistas volcaran sus esperanzas en la reapertura este viernes de una vía terrestre para volver a sus hogares y ocupaciones.
"Gracias a Dios nos vamos bien. Aunque sea con tráfico pero por fin ya nos vamos. Ya no la veíamos llegar con ocho bocas que deben comer", dijo a la AFP Imelda Cuéllar, a bordo de su vehículo antes de emprender el éxodo masivo, junto a su familia de ocho miembros.
Las autoridades lograron habilitar una vía hacia Ciudad de México -separada de Acapulco por 390 km- y advertían que en algunos tramos únicamente contaba con un solo carril y que el trayecto puede durar el doble de lo normal.
Poco después del anuncio, centenares de autos y autobuses gratuitos ofrecidos por el gobierno ya hacían fila para tomar la vía, cerrada desde la madrugada del domingo.
Se disipan las tormentas
El fenómeno Manuel, que ha cambiado varias veces de categoría y el jueves hizo un segundo impacto como huracán en las costas del noroeste mexicano, se debilitó este viernes hasta quedar remanentes que se están disipando sobre la sierra sur del estado de Chihuahua (norte), informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El debilitamiento de Manuel ocurrió luego de que el fenómeno dejara tres muertos y unos 100.000 damnificados a su paso por el estado de Sinaloa (noroeste), de acuerdo con autoridades.
En tanto, en el Golfo de México, una zona de baja presión amenaza desde hace dos días con devenir en ciclón, aunque las probabilidades de que eso ocurra bajaron de 70% a 30%, reportó el SMN.
Desde 1958 México no había padecido el embate casi simultáneo de dos ciclones, como lo hicieron Manuel e Ingrid entre el sábado pasado y el lunes.
Esta emergencia llevó a la ONU a ofrecer su contribución en "los esfuerzos de asistencia humanitaria relacionados con este desastre y movilizar el apoyo internacional necesario", dijo un vocero del organismo en un comunicado difundido este viernes en Nueva York.
También el vicepresidente Joe Biden, de visita este viernes en la Ciudad de México, ofreció la colaboración de Estados Unidos y dijo que ya hicieron un aporte de 250.000 dólares a la Cruz Roja Mexicana./AFP