La junta directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) reconoció este miércoles que la crisis que enfrenta con el consorcio encargado de construir el tercer juego de esclusas de la vía es "delicada", pero dijo confiar en resolver este "desafío".
"La situación actual, aunque delicada, es un desafío más que estamos afrontando juntos y que confiamos resolver", afirmó el organismo en un comunicado, en el que también expresó su respaldo al administrador del Canal, Jorge Quijano.
"El pueblo panameño puede estar seguro de que la ampliación de nuestro canal se completará en el menor tiempo y costo posible, dentro de los términos del contrato", según la nota.
El proyecto de ampliación del canal panameño entró en crisis el pasado 30 de diciembre, cuando el consorcio internacional Grupo Unidos por el Canal de Panamá (GUCP) amenazó con suspender las obras en los siguientes 21 días si no se le reconocía un sobrecosto de 1.600 millones de dólares sobre el monto del contrato original para construir las terceras esclusas, de 3.200 millones.
El plazo vence el próximo lunes 20 de enero. La semana pasada, representantes de la ACP y GUCP se reunieron para acercar posiciones, pero las partes aún no han logrado un acuerdo.
En los últimos días Manuel Manrique, presidente de la española Sacyr -socio mayoritario del grupo-, disminuyó el tono de la amenaza y aseguró que "bajo ningún concepto GUPC va a abandonar la obra. GUPC tiene el objetivo de cumplir con el contrato".
La ACP ofreció un anticipo de 100 millones de dólares para mantener activa la obra, pero GUPC pidió que el adelanto de ACP fuera de 400 millones y aceptó de su parte aportar otros 100 millones. Poco después la empresa Impregilo de Italia, el otro socio importante del consorcio, propuso también a ACP que inyectara 1.000 millones, oferta que Quijano rechazó.
Se espera que antes del cumplimiento del plazo las partes realicen una nueva reunión.
El proyecto de ampliación del Canal, de un costo total de 5.200 millones dólares, tiene un avance del 72% y en la construcción de las nuevas esclusas de 62%. Sin embargo, el ritmo de construcción bajó considerablemente tras la advertencia de suspensión.