Autoridad israelí entró en la mezquita de Al Aqsa | El Nuevo Siglo
Domingo, 26 de Julio de 2015

La policía israelí penetró este domingo en la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar sagrado para el islam situado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, para detener los enfrentamientos desencadenados tras la llegada de judíos ultraortodoxos.

"Varios amotinados enmascarados entraron en la mezquita y empezaron a lanzar piedras y adoquines desde dentro", indicó un comunicado explicando que varios agentes resultaron heridos.

"Para prevenir que hubiera más policías heridos las fuerzas de la policía entraron unos metros dentro y cerraron las puertas de la mezquita con los amotinados dentro", añadió la policía.

La Explanada de las Mezquitas, a la que los judíos llaman el Monte del Templo y consideran su primer lugar sagrado, está administrada por un statu quo heredado del conflicto de 1967, según el cual judíos y musulmanes pueden acceder, pero los judíos no tienen derecho a rezar.

Sin embargo, en la madrugada del domingo varios judíos empezaron a celebrar el Tisha Beav, que conmemora en su calendario la destrucción de los dos templos que se encontraban en la Explanada y de los que el Muro de las Lamentaciones, en la parte baja de la Explanada, es el último vestigio.

Miles de judíos se reunieron ante el Muro sin incidentes, pero otros más radicales habrían intentado rezar en los accesos de la Explanada, motivando los enfrentamientos.

Unos 300 agentes entraron entonces en el recinto para enfrentarse a unos 200 palestinos, llegando incluso a penetrar unos metros en el interior de la mezquita, según un fotógrafo de la AFP.

En unas fotografías difundidas por la policía podían verse las puertas de madera del lugar de culto desgarradas, con tapices rasgados y el suelo cubierto de piedras. 

Según la policía, fueron los musulmanes atrincherados en la mezquita los que empezaron a lanzar piedras y proyectiles desde el interior de la mezquita.

Un fotógrafo de la AFP vio cómo detenían al menos a seis palestinos, pero no había ningún balance disponible por parte palestina.

 

- Presión de los judíos ultraortodoxos -

 

El pasado noviembre se habían producido ya enfrentamientos similares, ante los que Israel tomó la decisión muy poco frecuente de cerrar la Explanada, provocando una crisis diplomática con Jordania, encargada de la supervisión del lugar santo.

Los palestinos acusan regularmente a Israel de querer poner en entredicho el statu quo y de plegarse a la presión de los judíos ultraortodoxos, que reclaman su derecho a rezar en la Explanada.

Israel asegura que no quiere modificar el statu quo pero existe un movimiento ultrarreligioso, representado por varios diputados israelíes, que milita por el derecho de los judíos a rezar en la Explanada. Algunos abogan incluso por derribar las mezquitas y reconstruir sus templos.

En contraposición, algunos palestinos movilizan regularmente a los que ellos llaman "murabitun", "centinelas" en árabe, un movimiento informal que reagrupa a musulmanes que acuden a la Explanada cada vez que los judíos ultraortodoxos acuden a ella o que interviene la policía israelí.

El movimiento islamista Hamas en el poder en la Franja de Gaza advirtió mediante un comunicado que la entrada de la policía israelí representaba "una escalada peligrosa".

En la mañana de este domingo importantes refuerzos policiales israelíes seguían presentes en la Ciudad Vieja de Jerusalén —situada en el sector Este ocupado y anexionado por Israel— mientras continuaba el Tisha Beav, que conmemora varios desastres en la historia del judaísmo y, especialmente, la destrucción del Templo de Salomón, 600 años antes de Cristo, y la del segundo Templo en el año 70/AFP.