Tras el visto bueno del Congreso al proyecto de reforma tributaria no acabaron las controversias en torno a sus alcances.
Uno de los ponentes de la iniciativa, el senador Antonio Guerra de la Espriella, aseguró que "con la entrada en vigencia de la reforma, Colombia comenzará a disminuir la desigualdad".
"Los pobres que, de alguna manera, se encuentran entre los que ganan menos de 3,7 millones de pesos no tendrán retención en la fuente, no van a declarar renta y no pagarán impuestos. Los de menos recursos en este país, después de un tiempo prudencial, van a encontrar mayores espacios laborales y un empleo digno", aseguró el congresista.
"Lo que hemos hecho en esta reforma permite la formalización del empleo de miles de colombianos a los que hoy en día, si bien están empleados, no se les reconocen prestaciones sociales ni sus derechos de ley”.
Indicó además que probablemente algunas empresas no generen más empleos de los que tienen, pero la reforma les servirá para afianzar el que ya generan.
“Hay otras (empresas) en el sector agropecuario y comercio que pueden abrir espacios laborales para otras personas gracias al levantamiento de los parafiscales ", agregó Guerra de la Espriella.
A su turno, el representante del Polo Germán Navas Talero expresó su desacuerdo con la iniciativa aprobada y dijo que “esta reforma genera más riqueza, porque le vamos a cobrar menos a los ricos y más a los pobres, con otros tipos de impuestos”.
Agregó el congresista de la oposición que los únicos que se favorecieron con la iniciativa -aprobada ayer en la diligencia de conciliación en Senado y Cámara- fueron los ricos.
“Hubo protestas del Polo, constancias… pero no hubo manera (de cambiar la reforma)… El país tendrá que cobrarles en las urnas a quienes votaron la reforma que afecta a la clase media”, precisó Navas.