Jueves, 24 de Noviembre de 2011
Con la firma del TLC con Estados Unidos se han abierto las oportunidades del sector de la construcción. Algunas multinacionales y firmas comercializadoras norteamericanas ya se están fijando en la demanda de inmuebles para ubicar las nuevas sedes en Colombia
El asunto es de tal magnitud que también están buscando bodegas, oficinas, locales y lotes, las firmas y empresas de Europa, China, Japón y otros países como Venezuela.
Este panorama fue destacado por el presidente de Oikos Gabriel Díaz Ardila, quien aseguró que el país no había vislumbrado la importancia de la histórica firma del tratado y precisó que no en vano el mundo tiene hoy puestos sus ojos en Colombia.
“Es impresionante la cantidad de gente empresaria del mundo preguntando por el TLC, quieren saber sobre condiciones y tiempos, así como de posibilidades de inversión, factor que los lleva a buscar finca raíz para poder instalarse y operar. Nosotros ya hemos canalizado varias llamadas de gerentes y empresarios que quieren aterrizar en Colombia”, declaró Díaz Ardila.
Según el ejecutivo, todo ese entorno de comercio le traerá mercado al país en el frente de la construcción y es por ello que los centros de logística se constituyen actualmente en la más acertada inversión y en la mejor tesis del ojo avizor.
El grupo precisa que a hoy han construido tres centros logísticos en 600 mil metros cuadrados en donde hay oficinas y bodegas de alta versatilidad, ratificando que la apuesta fue muy acertada.
“Esto nos obligará a emprender nuevos proyectos porque Bogotá no se puede ahogar y debe entrar por la senda de la competitividad para demostrar que la ciudad tiene todo para garantizar operaciones de comercio exterior”, indicó.
Sobre precios en la construcción, aseguró, no tienen porqué alterarse con la mayor demanda porque la compensación y la utilidad se dará por el lado del volumen.
Considera que los precios están en buenos niveles y que no sería razonable elevarlos ya que la coyuntura de TLC debe consolidarse como una óptima oportunidad para la construcción, pero no como una estrategia para sacar corriendo o espantar a los inversionistas.