La autorización de medicamentos genéricos por parte de las Empresas Prestadoras de Salud, EPS, puede tener sus días contados si prospera un proyecto radicado en el Congreso de la República.
Estas drogas son aquellas que no se distribuyen con un nombre comercial y posee la misma concentración y dosificación que su equivalente de marca, produciendo los mismos efectos que su contraparte comercial. La decisión del Gobierno de controlar el precio de los fármacos hace parte de los esfuerzos por reducir los costos de estos para los pacientes, y está ligada a la promoción del uso de genéricos.
Sin embargo este miércoles se radicará en el Congreso de la República un proyecto de ley que busca restringir el uso de medicamentos genéricos en las EPS, es decir que el Plan Obligatorio de salud (POS) recete solo fármacos de marca, mas no se busca impedir su libre comercialización.
El autor de esta iniciativa, el representante de Cambio Radical, Hernando José Padaui explico a EL NUEVO SIGLO que “el sistema de salud no debería entregarles a los pacientes medicamentos genéricos porque la eficacia de estos no es igual a la de los comerciales. Esta iniciativa nace de la necesidad que hay del derecho a defender la vida y la integridad de los pacientes que hoy ven vulnerados sus derechos y ponen en riesgo su salud cuando se les suministra un medicamento genérico que no tiene la misma molécula y biodisponibilidad, aunque el componente activo sea el mismo este no actúa igual que un medicamento comercial”.
¿Cómo funcionaría?
El parlamentario explicó que en este mismo proyecto se busca crear unos medicamentos institucionales, es decir el mismo fármaco comercial pero con una patente que diga que es prohibida su venta , “lo que quiere decir que todo laboratorio que quiera vender el medicamento comercial en el territorio colombiano tendría que obligatoriamente ofrecerle al Gobierno el mismo medicamento comercial para la EPS a precio institucional, es decir si un fármaco cuesta en la calle 100 pesos al público, al Estado colombiano no se lo pueden vender al mismo costo sino a uno institucional que tendrá el Gobierno la facultad de entrar a regular en materia de control de precios en la comercialización directa de estos medicamentos”, sostuvo.
El congresista agregó que “en este proyecto también estamos dejando claro toda la repercusión penal que puede tener una EPS cuando obliga a un médico a prescribir un fármaco genérico, los profesionales de la salud están totalmente coaccionados en esta materia”.
Frente a los costos extras que pudiera costarle al Gobierno entregar medicamentos de marca a través del sistema de salud, el congresista sostuvo que “es posible que se presenten más costos para el Gobierno, pero para nadie es un secreto que las mayores utilidades dentro del sistema de salud se dan a través de los medicamentos”.
¿Se verán beneficiados los pacientes?
Según el autor de esta iniciativa, este proyecto de ley no afectará el bolsillo de los usuarios del sistema de salud” primero que todo los pacientes no pagan nada por los genéricos y tampoco tendrían que pagar por el fármaco de marca institucional , por eso está contemplado para el régimen subsidiado y el contributivo, lo que buscamos es que la EPS suministre estos fármacos y no se va a prohibir la venta al público, una persona que no utilice su EPS y quiera comprar en una farmacia un medicamento genérico lo puede hacer sin ningún problema. Y tampoco se van a aumentar las cuotas moderadoras, pero no puede ser que el Estado colombiano entregue medicamentos genéricos que no tienen las mismas repercusiones para tratar una enfermedad. ”.
“El Estado debe entregar a través de las EPS medicamentos de mejor calidad, es riesgoso darle este tipo de fármacos a pacientes de alto costo porque no tienen la misma efectividad en el tratamiento de la enfermedad. El paciente no puede asumir ese riesgo en contra de su integridad”, puntualizó Padaui.
Por su parte el representante de pacientes de alto costo, Néstor Álvarez dijo a EL NUEVO SIGLO que “ desde nuestro punto de vista esta iniciativa va en contra de los colombianos, porque solo favorece a las multinacionales farmacéuticas que son las dueñas de las patentes de los medicamentos que quieren sacar más el dinero de la salud de Colombia para sus ganancias lo cual significaría que si las EPS dieran solo medicamentos de marca que son los más caros, no alcanzarían los recursos del sistema de salud para brindar mayor cobertura, esto sería grave para el sector”.
Para Álvarez que es falso que los medicamentos genéricos no cumplan la misma función que los comerciales, “Colombia es un país que controla a muchos pacientes con enfermedades como VIH, con medicamentos genéricos que incluso son avalados por la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), yo tomo este tipo de medicamentos y he podido controlar mi enfermedad sin problema”.
¿Qué dice el Gobierno?
Por su parte el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, sostuvo que pese a que no conoce de fondo los alcances que busca esta iniciativa, este proyecto es totalmente inconveniente para el país, “lo que están haciendo todos los sistemas de países desarrollados es incentivar el uso de los genéricos porque es la única forma de garantizar sostenibilidad”.
Gaviria sostuvo que es totalmente errado decir que un genérico no cumple con las mismas funciones que un medicamento comercial, “estos tienen el mismo principio activo y lo que muestran las evidencias de varios estudios es que tienden a cumplir la misma función, en ningún país del mundo hay órdenes legales para que se prescriban medicamentos de marca, esto es indefendible”.
¿Qué es un genérico?
Según la Organización Mundial de la Salud, un medicamento genérico es aquel vendido bajo la denominación del principio activo que incorpora, siendo lo suficientemente bioequivalente a la marca original, es decir, igual en composición y forma farmacéutica y con muy parecida biodisponibilidad que la misma. Puede reconocerse porque en el envase del medicamento en lugar de un nombre comercial figura el nombre de la sustancia de la que está hecho seguido del nombre del laboratorio fabricante. En Colombia y los países del Caribe y Centroamérica se suele imprimir un ribete verde con letras blancas que le diferencian como Medicamento esencial a todos aquellos fármacos producidos sin un nombre comercial específico, o aquellos que, a pesar de tener una patente comercial registrada; son necesarios en el tratamiento de enfermedades trágicas y/o epidemias.
Mientras el Gobierno está trabajando en una nueva serie de reglamentos, los representantes de la industria farmacéutica afirman que las regulaciones propuestas han sido cuestionadas por expertos en Estados Unidos y en la Unión Europea, y que no cumplen con los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).