Aumenta presión contra “El Loco” Barrera | El Nuevo Siglo
Lunes, 3 de Septiembre de 2012

A un paso de precisar el paradero de Daniel Barerra Barrera, más conocido como “El Loco”, estuvieron comandos especializados de la Policía Nacional encargados de una cuidadosa operación orientada a desmantelar el nuevo brazo criminal creado por el temido narcotraficante, con el propósito de garantizar el envío de estupefacientes y el blanqueo de capitales a través de la constitución de empresas fachada y el reclutamiento de cuentas bancarias para la circulación de dineros “calientes”.

 

Es así como investigadores de la Dirección Antinarcóticos llegaron hasta una organización articulada desde territorio extranjero por el señalado capo de los Llanos Orientales, en esta ocasión a través de una alianza con la disidencia de la banda criminal ERPAC, conocida como “Libertadores del Vichada”, encabezada por Martín Farfán, alias “Pijarbey”, capturado por la DIJIN a finales de 2009, y quien recuperó la libertad en Enero de este año tras purgar apenas dos años de cárcel por concierto para delinquir.

 

Como resultado de las diligencias, realizadas en Bogotá, Villavicencio y otras regiones del país, la Policía Nacional se incautó además de 2 pistolas, 139 cartuchos de munición, 13 teléfonos celulares, 2 tarjetas tipo sim card, 4 computadores portátiles y 2 de escritorio, así como 5 memorias USB, sin contar abundante documentación de soporte sobre movimientos financieros y otras actividades de la estructura delincuencial.

 

Llama la atención cómo durante el procedimiento de registro, allanamiento y captura, una mujer identificada con el alias de “Marbel”, al verse sorprendida por los uniformados, decidió tragarse una agenda telefónica donde de acuerdo con algunos testimonios recopilados, había datos puntuales sobre “El Loco” Barrera y su anillo más inmediato.

 

La investigación, iniciada en Mayo de 2011 (cuando fue localizado y destruido un gigantesco laboratorio en Puerto Gaitán-Meta), permitió la identificación plena de esta organización, la cual había creado nexos ya estrechos e importantes, con los carteles de Sinaloa, Tijuana y Los Zetas en México, para la comercialización de clorhidrato de cocaína a gran escala, valiéndose además del aterrizaje y despegue de aeronaves en Haití, Honduras y República Dominicana, así como del uso de lanchas tipo Go Fast hacia los mismos destinos para el tránsito inicial de la droga, no sin antes pasar en muchas ocasiones por territorio venezolano.