Una serie de ataques en Irak, entre ellos un atentado suicida en Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, al oeste de Bagdad, causó 14 muertos el martes, en su mayoría soldados y policías.
Un tiroteo se desató este martes cerca de la embajada de Irán en Bagdad, en circunstancias que siguen siendo aún confusas.
Un empleado de la embajada de Irán afirmó que los disparos fueron contra el edificio situado cerca de la "zona verde", un sector sumamente custodiado de Bagdad, donde se encuentra entre otras la sede del gobierno iraquí.
Un responsable del ministerio del Interior indicó que un soldado iraquí que custodiaba la representación diplomática iraní se suicidó en la entrada del edificio.
La violencia en Irak se ha recrudecido desde hace un año, alimentada por un descontento de la minoría sunita y la guerra civil en la vecina Siria.
Este martes, un kamikaze se hizo estallar dentro de un coche bomba en Ramadi, causando la muerte a tres soldados e hiriendo a por lo menos cuatro más, cerca de la sede del consejo provincial.
De otro lado, hombres armados atacaron un retén de la policía en un pueblo situado cerca de Baiji, al norte de Bagdad, matando a cuatro policías e hirieron a tres.
En la provincia de Nínive (norte) la explosión de dos bombas causó la muerte a dos policías y heridas a cuatro, mientras que un civil murió en la explosión de una bomba colocada en una cerretera en Tuz Jurmatu.
Por último, un coche bomba estalló en el centro de Bagdad causando al menos dos muertos y nueve heridos.