El presidente Barack Obama advirtió el jueves en Boston que Estados Unidos va a "encontrar" a los autores del atentado en el maratón que dejó tres muertos y más de 180 heridos, mientras los investigadores buscan identificar a dos posibles sospechosos.
Tres días después de las dos explosiones cerca de la línea de llegada de la carrera que dejaron tres muertos y más de 180 heridos, no hay ningún detenido ni reivindicación por el atentado del lunes, calificado de "terrorista" por el mandatario estadounidense.
"Sí, vamos a encontrarlos. Y sí, van a enfrentar a la justicia", afirmó un enérgico Obama en un servicio ecuménico en la catedral de la Santa Cruz de Boston, repleta con unas 2.000 personas.
"Podemos ser momentáneamente desestabilizados, pero nos levantaremos. Seguiremos hacia adelante. Terminaremos la carrera", agregó, despertando una ovación de los presentes, entre ellos el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, su rival en las presidenciales de noviembre pasado.
"Si buscaban intimidarnos, aterrorizarnos, debe quedar claro ahora que eligieron la ciudad equivocada para hacerlo. No aquí en Boston, no aquí en Boston", lanzó al resaltar el coraje de los habitantes de la principal urbe de Nueva Inglaterra en desafío a quienes perpetraron el doble atentado.
Mientras tanto, El FBI (Oficina Federal de Investigaciones) espera que el estudio detallado de fotografías e imágenes de cámaras en el lugar de las explosiones permita empezar a resolver el caso.
Basándose en esos elementos, los investigadores buscan identificar a dos posibles sospechosos que aparecen en la zona del doble atentado poco antes de las explosiones.
"Hay algunos vídeos que han despertado la cuestión de aquellos con los que el FBI querría hablar. No voy a caracterizarlos como sospechosos en el sentido técnico del término, pero necesitamos la ayuda de la población para ubicar a estos individuos", dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano.
El diario New York Post publicó una foto de la multitud mirando la llegada del maratón en la que se ve a dos jóvenes de cabellos oscuros, uno con una gorra blanca y campera negra y el otro vestido de celeste, ambos portando bolsos.
Reportes de prensa afirman que al menos uno de los jóvenes ya no tiene su mochila en una foto tomada una hora y media más tarde.
La ansiedad de la prensa estadounidense llevó el miércoles al anuncio de que un hombre había sido detenido, pero las autoridades salieron de inmediato a desmentir cualquier arresto y el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, pidió "paciencia".
La seguridad ha sido incrementada en la ciudad con policías y guardias nacionales casi en cada esquina del centro. Sin embargo, los tribunales federales y un hospital debieron ser evacuados el miércoles por amenazas de bomba que se revelaron falsas.
-- Bombas caseras muy eficaces --
Si bien no hay aún ningún detenido, la investigación parece avanzar en cuanto a las bombas caseras utilizadas, ollas a presión con clavos y metralla en su interior que dejaron una docena de amputados, además de los tres muertos.
El FBI halló en un techo de un hotel en la zona del atentado trozos de una olla a presión. También se encontraron en la escena del crimen fragmentos de una mochila de color oscuro en la que habrían ocultado las bombas caseras.
Las fotos difundidas muestran trozos de metal retorcidos, así como restos de cables y componentes electrónicos que podrían haber sido utilizados para hacer explotar las bombas a distancia.
El material hallado por el FBI es analizado en su laboratorio de Quantico (Virginia, este). Más de mil responsables y oficiales de diferentes agencias de investigación del gobierno estadounidense trabajan en Boston, según el responsable local del FBI, Rick DesLauriers.
Las autoridades investigan tanto la pista internacional como doméstica e indicaron que investigarán "hasta el último rincón del mundo" para encontrar a los autores de la matanza.
Más de 100 de los 183 hospitalizados inicialmente ya fueron dados de alta. Sin embargo una decena de personas siguen en estado crítico y necesitan nuevas operaciones para salvar sus vidas.
En ese sentido, el presidente Obama firmó el miércoles por la noche una orden permitiendo sumar ayuda federal a los esfuerzos locales y estatales de respuesta al doble atentado.