Unas 20 personas murieron ayer en ataques con bomba y armas de fuego durante dos misas al aire libre en una universidad de Kano, en el norte de Nigeria, una zona poblada mayoritariamente por musulmanes.
Una fuerte explosión e intensos disparos se oyeron en la universidad de Bayero, en Kano, durante dos oficios religiosos cristianos.
Un reportero de la AFP vio seis cadáveres con impactos de bala en un lugar cercano a las instalaciones universitarias donde se celebraban las misas. Más tarde, se vio una pila de una docena de cuerpos detrás de la universidad.
Los fieles que asistían a la otra misa huyeron abandonando instrumentos musicales y restos de comida, constató el periodista.
Por el momento no se ha difundido ningún balance oficial sobre el número de víctimas.
Según un portavoz militar, el teniente Iweha Ikedichi, los atacantes usaron explosivos y armas de fuego.
Unos testigos dijeron que los autores llegaron en un automóvil y dos motocicletas, abrieron fuego y lanzaron bombas caseras. Posteriormente, dispararon contra las personas que intentaban huir.
“Primero atacaron la misa que se desarrollaba al aire libre en la facultad de medicina”, contó un testigo.
“Lanzaban sus explosivos y efectuaban disparos, provocando mucho pánico entre los fieles. Luego los persiguieron abriendo fuego contra ellos. También atacaron otro oficio en el complejo deportivo”, relató.
Los ataques no fueron reivindicados, pero se asemejan a muchos otros perpetrados en el norte de Nigeria y atribuidos a la secta islamista Boko Haram, un grupo cuyo nombre significa “La educación occidental es un pecado”.
Al comienzo, Boko Haram pretendía luchar por la instauración de un Estado islámico en el norte de Nigeria. Pero durante los últimos meses se ha visto que el movimiento se compone en realidad de diferentes facciones, algunas de ellas muy politizadas y otras islamistas.
Además se cree que diversos grupos criminales actúan bajo la tapadera de Boko Haram.
Nigeria, cuyo norte está poblado mayoritariamente por musulmanes mientras que el sur es cristiano, fue escenario de atentados desde mediados de 2009 que se han saldado con más de 1.000 muertos. Las autoridades atribuyen su autoría a Boko Haram.
Esta secta reivindicó los atentados coordinados del pasado 20 de enero en Kano en los que murieron 185 personas.
El jueves, al menos nueve personas, incluido un kamikaze, perdieron la vida en la capital nigeriana, Abuja, y en Kaduna, una ciudad norteña, en dos atentados contra diarios./AFP