Una nueva ola de atentados, uno de los cuales se produjo en la entrada del aeropuerto de Bagdad, dejó este lunes 50 muertos y cerca de 300 heridos en Irak, a pocos días de las elecciones provinciales del 20 de abril, las primeras en el país desde la retirada de las tropas estadounidenses, según fuentes médicas y de seguridad.
Estos atentados, cometidos en su mayoría con coches bomba, fueron perpetrados por la mañana, cuando los iraquíes acudían a sus puestos de trabajo y por la noche, cuando volvían a sus casas.
Se trata de la jornada más mortífera desde el 19 de marzo, día en el que murieron 56 personas.
Con al menos 30 muertos y 92 heridos en ocho ataques, Bagdad es la ciudad más afectada por esta ola de atentados.
Una persona murió por la explosión de un coche bomba en el aparcamiento cercano a un puesto de control que conduce al aeropuerto internacional de la capital, una zona donde las medidas de seguridad son particularmente importantes.
"Varios coches y autobuses esperaban (para pasar el control) en el aparcamiento cuando se produjo la explosión", explicó a la AFP Abu Ali, un agricultor que trabaja en un campo cercano.
Naser Bandar, director de la Autoridad de Aviación Civil, aseguró que el aeropuerto se encontraba abierto y que el tráfico aéreo no estaba afectado.
En Tuz Jurmatu, a 175 km al norte de Bagdad, tres atentados casi simultáneos con coche bomba dejaron seis muertos y 67 heridos.
Otros atentados se registraron en Nasiriya (sur del país), Hilla (sur de Bagdad), Samarra, Tikrit y Tarmiya (norte de Bagdad).
En Baquba y Mosul (norte), varios ataques dejaron nueve muertos y 30 heridos.
En Kirkuk, una ciudad del norte reivindicada por Bagdad y la región autónoma del Kurdistán, cinco personas murieron y 44 resultaron heridas.
Elecciones en menos de una semana
Aunque los atentados no han sido todavía reivindicados, militantes sunitas vinculados a Al Qaida atacan regularmente objetivos gubernamentales y civiles con el objetivo de desestabilizar el país e intimidar a candidatos y responsables de organizar las elecciones.
Estos atentados se producen a menos de una semana de las elecciones provinciales que el 20 de abril se celebrarán en 12 de las 18 provincias del país, las desde la salida de Irak de los soldados estadounidenses en diciembre de 2011.
Las tres provincias autónomas kurdas no celebrarán elecciones. La de Kirkuk no votará por problemas con las listas electorales, mientras que el gobierno chiita de Nuri al Maliki aplazó los comicios de Anbar (oeste) y de Nínive (norte) alegando la inestabilidad de esas dos provincias, donde la minoría sunita protesta desde hace cuatro meses por su "marginación".
Los comicios renovarán las cámaras provinciales, que a su vez deberán elegir a los gobernadores. El gobernador está a cargo de la reconstrucción, de las finanzas y de la administración provincial.
Más de 8.000 candidatos se disputan 378 escaños en los consejos provinciales. Unos 16,2 millones de iraquíes están habilitados para votar, además de los 650.000 miembros de las fuerzas de seguridad.
Las fuerzas de seguridad votaron el sábado por adelantado en estas elecciones provinciales.
Las elecciones se celebran tras un largo conflicto entre el primer ministro Al Maliki y varios de sus antiguos aliados en el gobierno, una disputa que según responsables políticos y diplomáticos favorece a los insurgentes.
La campaña electoral estuvo marcada por un incremento de la violencia. Según datos proporcionados por fuentes médicas y de seguridad, 14 candidatos electorales murieron desde comienzos de año.
La violencia en Irak, aunque siga siendo diaria, bajó significativamente en comparación con el conflicto interreligioso de los años 2006 y 2007, cuando miles de personas morían cada mes. No obstante, 271 personas murieron en marzo, el mes más mortífero desde agosto, según un cómputo elaborado por la AFP.
AFP.