Al menos 36 personas murieron en Irak en varios ataques, de las cuales 25 fallecieron en la explosión de un camión bomba en un mercado de Diwaniya, al sur de Bagdad, que "lleva la marca de Al Qaida", según las autoridades iraquíes.
Estos ataques no fueron reivindicados, pero se piensa que el blanco de sus autores eran los chiitas iraquíes, que van a conmemorar este viernes el nacimiento en 869 de Mohamed al Mahdi, uno de los imanes más venerados del chiismo.
En Diwaniya, "al menos 25 personas murieron y unas 70 más resultaron heridas en la explosión de un camión bomba estacionado en un mercado del centro" de la ciudad hacia las 10H15 locales (7H15 GMT), indicó a la AFP un coronel de la policía que pidió mantener el anonimato.
Una fuente hospitalaria confirmó esta información y agregó que los restos de las 25 víctimas habían sido trasladadas al hospital general de la ciudad. Según esta fuente, hay mujeres y niños entre las víctimas.
El mercado donde se produjo la explosión es el principal punto de venta de legumbres de Diwaniya. La deflagración destruyó unos quince tiendas situadas en las inmediaciones.
Poco después del atentado, las fuerzas de seguridad de la ciudad de unos 440.000 habitantes decretaron un toque de queda para el conjunto de la aglomeración.
"Este atentado lleva la marca de Al Qaida, pero seguimos investigando y el toque de queda sigue vigente. Mañana (miércoles) anunciaremos los resultados de la investigación", declaró el gobernador de la provincia de Diwaniya.
Horas antes, también el martes, la explosión casi simultánea de dos coches bomba cerca de la ciudad santa chiita de Kerbala, a 110 kilómetros al sur de Bagdad, había provocado la muerte de cuatro peregrinos chiitas.
"Grupos extremistas como Al Qaida (...) posiblemente los ataquen, con la esperanza de exacerbar las tensiones interreligiosas", advirtió el martes John Drake, de la firma especializada en temas de seguridad AKE Group.
En la provincia de Diyala, al norte de la capital iraquí, dos ataques causaron cuatro muertos. Dos hijos de un miembro de la milicia anti Al Qaida Sahwa, así como dos agricultores murieron, según una fuente médica y otra de las fuerzas de seguridad.
En Taji, a 25 kilómetros al norte de Bagdad, dos personas, una de las cuales era un policía, murieron en la explosión de dos bombas, según una fuente del ministerio del Interior.
Una primera bomba estalló y luego una segunda en el momento en que la policía llegaba al lugar. Catorce personas resultaron heridas, de las cuales ocho policías. Una fuente del hospital de Kazimiya, un barrio al norte de Bagdad, señaló haber recibido los cadáveres de tres personas.
Por otra parte, en Tuz Jurmatu, ciudad a 175 kilómetros al sur de la capital iraquí, un artefacto explosivo estalló al paso de una patrulla policial, matando a uno de los agentes e hiriendo a otro, según un coronel de la policía y un médico del hospital de la ciudad.
La violencia en Irak ha disminuido considerablemente con respecto a los años 2006 y 2007, pero sigue siendo habitual en este país, que atraviesa una grave crisis política, en medio de tensiones confesionales.