Será retomada el próximo año, para surtir la segunda vuelta en Cámara y Senado, cuando se reinicie la actividad legislativa.

Lista para iniciar su segunda vuelta quedó la reforma a la justicia, en medio de la polémica, especialmente por el las denuncias de los magistrados de las altas Cortes, para quienes la iniciativa que tramita el Congreso atenta contra la independencia de la rama judicial.
Precisamente, tratando de enderezar la plana, uno de los últimos cambios que dejó la conciliación del proyecto en Senado y Cámara fue la eliminación de la llamada súpercorte, que será reemplazada por dos salas en la Corte Suprema de Justicia, una para investigar a los congresistas y otra, una comisión instructora especial, que se encargará de investigar a los altos funcionarios del Estado, así como la eliminación de la súpertutela, que fue propuesta por la Cámara.
Entre los temas que deberá retomar el Congreso el próximo año cuando al reiniciar la actividad legislativa se surta la segunda vuelta, está la reforma al fuero militar, que establece que los uniformados sean juzgados por la Corte Penal Militar y, cuando se cometa un delito, se presumirá que se trató de un acto del servicio. Este artículo ha sido uno de los más polémicos, por el temor de los defensores de los derechos humanos, dentro y fuera del país, a que genere impunidad.
Otro tema, no menos polémico, es el artículo que otorga funciones jurisdiccionales de manera excepcional y transitoria a abogados, jueces adjuntos, notarios y centros de arbitraje.
Otro artículo elimina la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y crea en su reemplazo a la Sala de Gobierno, que “traza las pautas generales que define las políticas básicas de administración de la justicia y de recursos”, según explicó el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra.
La reforma también establece en uno de sus artículos límites en las indemnizaciones que el Estado pague por demandas, sea de parte civil o de instancias internacionales. Para el ministro Esguerra esto evitara casos de indemnizaciones “absolutamente desbordadas por encima de lo racional”.
Todavía está en el articulado el denominado Habeas Juris, figura que busca ser superior a la tutela para descongestionar los despachos judiciales.
Los representantes le permitieron a las Cortes continuar escogiendo al Registrador a través de un concurso de méritos. En cambio dejarán de nominar al Contralor, al Procurador y al Defensor del Pueblo. El senado elegirá al Procurador de terna enviada por el Presidente. El Contralor resultará de un sistema que debe reglamentar la ley. Al Defensor lo elegirá la Cámara.

Como pasó con la súpercorte, el Congreso también reversó su intento de superar el denominado choque de trenes entre decisiones de las Cortes ubicando a la Constitucional como el tribunal de cierre en materia de interpretación de derechos constitucionales.
“A la Corte ya no le extraña lo que ha venido sucediendo en el Congreso, la semana pasada también hubo un tema que no se había discutido, el del nominador de Contraloría y Procuraduría y se aprobó”, señaló el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Camilo Tarquino, para quien la reforma, con esa medida, ahora fallida, institucionalizaba el choque de trenes.