Como en los días más oscuros de la Revolución Francesa, en que Robespierre cortaba las cabezas de sus propios compañeros de causa, el Procurador General pudo ser asaltado en sus buenas intenciones por los áulicos políticos, su buena fe ha sido víctima de los mercaderes de votos, prescindiendo de los mejores.
El de cuyo o la mocha. La declaratoria de insubsistencia del procurador Judicial Penal de Manizales Guillermo Eugenio Arismendy Díaz ha causado desconcierto e inquietud. Aun entre quienes simpatizan con la tarea del procurador Ordóñez, todos los estamentos académicos, institucionales y cívicos de Caldas y otras regiones han puesto el grito en el cielo. Tirios y troyanos coinciden en afirmar que el Dr. Ordóñez se equivocó de buena fe, prescindiendo del más aventajado y reconocido Procurador Judicial de la atormentada tierra caldense.
La audacia casi temeraria. La Judicatura, la Magistratura, sectores de la Fiscalía y Organizaciones no Gubernamentales señalan la salida del procurador Arismendy Díaz como un grave revés para la Justicia y para la lucha frontal contra la corrupción, contra la cual actuaba sin miramientos y con audacia casi temeraria.
Hoja de vida.Guillermo Arismendy ha sido defensor de Derechos Humanos en el ámbito nacional e internacional, miembro de la Comisión Internacional de Crímenes de Estado con sede en Quito, Procurador Itinerante y agente especial del Procurador General en diversos países, como asesor en derechos humanos del parlamento latinoamericano y entidades no gubernamentales extranjeras, profesor universitario, articulista y colaborador de los periódicos El Colombiano y La Patria, destacado conferencista de la propia Procuraduría y en el exterior, profesor reconocido del mismísimo Instituto de Estudios del Ministerio Publico.
La soledad de Ordóñez. Su salida ha sido vista como un palo en las ruedas a la Justicia. Ojo de águila contra la corrupción, sus intervenciones se han convertido en lábaro de la justicia caldense, cuyas batallas a cielo abierto ha dado en total soledad el procurador Ordóñez con hombres como Arismendy Díaz.
Los que se bebieron a Caldas. No les hagan la tarea a los enemigos del Ministerio Público, que son los enemigos de la sociedad, que hoy celebran y que hoy brindan con los licores que se bebieron a Caldas la salida de Arismendy, para que deje de buscar en sus madrigueras. No hay que derribar el árbol para hacerse a una manzana. Así no es. Así no es.