El congresista liberal es procesado en la Corte Suprema por parapolítica y por el escándalo de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE).
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Que sí se reunió con el exmagistrado Francisco Ricaurte, pero que no le dio plata para que lo favoreciera judicialmente, declaró este martes el senador Álvaro Ashton, del Partido Liberal, vinculado al escándalo por el tráfico de decisiones en la Corte Suprema.
“Yo nunca he pagado. Lo que he pagado son los honorarios de abogados, pero nunca he utilizado recursos distintos para aplicación diferente”, dijo el congresista Ashton tras acudir a una diligencia de versión libre ante el alto tribunal.
“Yo no voy a desconocer que tenía una relación de amistad con el exmagistrado Ricaurte y por otros factores de relaciones interinstitucionales de su condición como miembro de la Sala Administrativa del Consejo Superior de Judicatura”, explicó, “y como yo estaba en la Comisión de presupuesto nacional, eso eran los motivos de esa relación”.
Sin embargo, Ashton es procesado en la Corte por parapolítica y por el escándalo de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE).
En lo relativo al DNE, Ashton es investigado junto a otros 12 colegas suyos, actuales o retirados, por el tráfico de influencias posiblemente practicado para conseguir que se nombraran personas cercanas como depositarios o administradores de bienes incautados a la mafia.
Sobre parapolítica, la Corte ordenó en 2012 le abrió investigación preliminar a una docena de congresistas costeños, así como a numerosos alcaldes, exalcaldes, gobernadores y exgobernadores de esa región, con base en los testimonios de Edgar Ignacio Fierro, alias don Antonio; José del Carmén Gélvez, alias el Canoso; y Mario Rafael Marenco, alias el Gordo.
Según los paramilitares, Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, fungiendo como desmovilizado, mantuvo sus nexos con la clase política caribe de cara a las elecciones de 2014.
Supuestamente, el senador Ashton hacía parte de ese Plan Caribe, como lo bautizó el jefe irregular. Marenco declaró ante la Corte que Ashton tenía una participación importante en contratos y burocracia del sector salud en el Atlántico y en especial en el Hospital Materno Infantil de Soledad, centro asistencial que tuvo por gerente a una persona nombrada por los paramilitares por recomendación del congresista.
Según Marenco, acompañó en dos ocasiones a Carlos Mario García, alias el Médico, al apartamento del gerente del hospital para reunirse con Aashton. “De hecho”, agregó, “al principio, la cuota burocrática de Ashton en el materno-infantil estaba por encima de todos los demás”.
Aston negó que Ricaurte le haya pedido, como lo sostiene la Fiscalía, 1.200 millones de pesos para favorecerlo en este proceso por parapolítica.
El proceso de Ashton estaba en el despacho del magistrado Gustavo Malo y su abogado era Luis Ignacio Lyons. Ambos juristas están hoy involucrados en lo que algunos medios han dado en llamar el ‘cartel de la toga’.
“Nunca he actuado en contra ley, mi comportamiento y mi conducta siempre ha estado enmarcado en el marco de la ley”, dijo el legislador.
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