El ejército sirio mató al menos a 17 civiles, entre ellos varios niños, en un refugio de Nabak, una ciudad al norte de Damasco que las fuerzas del régimen intentan recobrar, informó el viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Otras 16 personas, entre las cuales seis mujeres y cinco niños, murieron en ataques aéreos del régimen en Bazá, en la región de Alepo (norte) y cinco más perecieron en un atentado suicida con un coche bomba en Qamichli (noreste), cerca de la sede de un grupo paramilitar ligado al gobierno.
La guerra se ha intensificado en todo el país desde hace tres años. El OSDH, que citó a militantes que combaten a las fuerzas del régimen, indicó que 17 cuerpos fueron hallados en Nabak, pero no estuvo en condiciones de precisar la fecha ni las circunstancias de esta masacre.
Desde hace varios días, violentos combates oponen los rebeldes al ejército que intenta apoderarse de Nabak, una de las últimas localidades en manos de los rebeldes en la estratégica región de Qalamun, en la frontera con Líbano.
En esta misma región de Qalamun, los rebeldes, entre ellos yihadistas, recobraron el lunes la ciudad cristiana de Malula.