Una jueza penal municipal de Bogotá, cobijó con medida de aseguramiento en establecimiento carcelario a Edilberto Rincón Garzón, a quien la Fiscalía le imputó los delitos de tortura en concurso homogéneo y sucesivo con acceso carnal violento en concurso homogéneo y sucesivo.
La Fiscalía, durante la audiencia pública, señaló que Rincón Garzón, desde el año 2007, comenzó la persecución contra su víctima y desde entonces la ha tenido amedrentada, amenazada y torturada, afectando su vida y su entorno familiar.
El relato indica que el imputado comenzó su accionar delictivo desde el momento en que, durante el 2008, se ofreció como mandadero en el salón de belleza del cual era propietaria la víctima.
Según la imputación y de acuerdo con el relato de la afectada, al comienzo del trabajo todo era normal, pues el agresor en ese momento realizaba las compras de las tinturas y elementos para las labores del negocio; pero luego de un tiempo su comportamiento cambio y comenzó a asediar a la mujer, a quien llegó inclusive a exigirle que dejara de atender hombres en su negocio de belleza, pues le molestaba que peluqueara a los varones.
Fue tanta la presión y la amenaza constante que ejercía el imputado, que la víctima optó por vender el negocio y hasta cambió de domicilio.
La vida de la víctima se transformó en un infierno. La propia hermana de la mujer dijo que el agresor se enamoró de ella y que aseguró que hasta no tenerla no descansaría. Los ataques llevaron a Rincón García a golpearla en por lo menos ocho ocasiones impidiéndole trabajar y terminó afectando la voluntad de ella hasta que pudo accederla sexualmente.
No contento con los encuentros sexuales, el imputado incrementó su acoso llamando de manera insistente al celular de la mujer y al de su hija, una niña de 13 años. En esta conducta terminó hasta amenazando de muerte al esposo de la víctima.
Durante su encuentro con un sicólogo forense, la mujer señaló que entre sus amenazas, Rincón Garzón le prometió que si no seguía con él, en poco tiempo podría tener “los ojos de su hija en una cajita de fósforos”.
Desde cuando la víctima hizo la primera denuncia contra su acosador, las autoridades le prohibieron acercarse a ella, so pena de llevarlo a la cárcel; pero, ante la imposibilidad de hacerlo, Rincón Garzón incrementó las llamadas telefónicas, llegando inclusive a realizar vigilancia especial sobre la niña hija de la mujer, para lo cual llegaba periódicamente hasta el colegio donde estudiaba la menor.
El imputado hizo caso omiso de las medidas judiciales y aumentó el acoso; pese a que ella cambió de casa y de sitio de trabajo en varias oportunidades. El acosador seguía a la mujer, sorpresivamente se le atravesaba en su camino, la golpeaba y la seguía amenazando.
Según la denuncia, ella no se explica cómo su agresor conseguía los números telefónicos de ella, su hija y su esposo, a pesar de que periódicamente los cambiaban.
Ante este acecho constante, la víctima, su esposo y hasta su hija menor de edad están requiriendo tratamiento sicológico especial. Un informe médico dice que el acoso ha llevado a la mujer a tener miedo, pues con su accionar el hombre vulneró la voluntad de su víctima.
Durante 5 años el imputado ha sometido a toda clase de vejámenes sexuales a esta mujer, explicó la Fiscalía durante la audiencia, pues el temor constante por una posible agresión a su hija y su esposo, porque cada vez que ella se alejaba, las amenazas y la intimidación física y sicológica se incrementaban. El reporte del examen médico indica que la mujer ante el asedio permanente ha perdido su autoestima, ha sido humillada y además se le ha infundido temor y miedo.
Ante esta situación y para evitar un accionar más violento contra esta mujer y su familia, la Fiscalía capturó, mediante la solicitud de una orden emitida por un juez, logró el pasado 12 de noviembre a Rincon Garzon en flagrancia, quien fue sorprendido atacando a su víctima en vía pública del barrio Santa Cecilia Baja, al norte de Bogotá.
Tras su captura, fue remitido ante un juzgado control de garantías, que consideró que el imputado si es un peligro para la comunidad, para su víctima y su entorno familiar. En audiencia pública, a pesar de no aceptar cargos, Edilberto Rincón Garzón, fue enviado a la cárcel Nacional Modelo de Bogotá.