Propósitos del Año Nuevo 2023 | El Nuevo Siglo
Viernes, 30 de Diciembre de 2022

Al observar las propuestas escritas a lo largo del año, adjuntas a las peticiones de Navidad del anterior Atisbos, se podrían sumar otras más como parte de los propósitos para el año 2023, especialmente para hacer el seguimiento respectivo.

Hablábamos en la Carta de Navidad del deseo de cambio de la visión colombiana en diferentes frentes, en una actitud propia de esta época como es querer superar ciertos hábitos, costumbres y situaciones específicas, esas duras de cambiar, tratándose bien de grandes o puntuales proyectos.

Decíamos, entonces: qué tal pensar en una Colombia obstinada en desarrollar un aparato productivo orientado a las exportaciones, que aproveche el potencial agroindustrial y para el emprendimiento, como lo señalan las estadísticas.

Un país que tenga una vocación de conservación de los bienes públicos con un enfoque de más predicción y prevención que tardíamente correctivo. De manera que la anticipación y la voluntad de dar continuidad sean valores del colombiano y base de la administración. Esto incluye el esfuerzo por reducir el riesgo a vulnerar o interrumpir proyectos en curso aprobados o estudiados de gobiernos anteriores (casos como la Primera Fase del Metro o la ampliación del aeropuerto El Dorado de Bogotá).

Se mencionaba, en igual sentido, el anhelo de tener un mayor aprecio por nuestra historia y valorar mucho más su patrimonio, los bienes de interés cultural y su salvaguardia, sin dejar caer en franco deterioro a muchos de ellos (como es el caso de la restauración del Cementerio Central de Bogotá).

La lista de deseos se amplía con una perspectiva de fortalecimiento continuo de los éxitos, de las victorias tempranas, de los grandes esfuerzos y buenos programas (no perfectos) y tener así la facultad de preservar los logros, como quien dice creérselos e impulsarlos. ¡Aquí vale mencionar los triunfos de varios deportistas a nivel mundial y cómo lo hicieron posible!

Ejemplos son el primer lugar de la Copa de Desarrollo de los equipos colombianos de hockey sobre el hielo, femenino y masculino, un título en cabeza de un país tropical que nunca ha tenido una pista de hielo y que merece tenerla; la selección del futbol femenino Sub-17, subcampeona en el Mundial de la India, hasta ahora amateur, es suficiente muestra para organizar la Liga y tener patrocinio. Rendimiento similar obtuvo la Selección femenina de fútbol de salón al consagrarse también como campeona mundial y no menos imperceptible fue la memorable final en el Sudamericano de Voleibol femenino del equipo de Colombia ante la potencia de Brasil, subcampeón olímpico de Tokio, que nos significó la medalla de plata.

Pasar del intento a lo posible es señal de estar haciendo las cosas bien. Por ello la importancia de mantener una posición de búsqueda del fortalecimiento institucional, capaz de establecer un equilibrio entre la administración de los recursos y el desarrollo de capacidades, que vigorice la labor silenciosa de unos mosqueteros y evite la posibilidad de un retroceso.

De ahí, podemos repetir que pareciera que, a la luz del patinaje, el bmx, el tenis, el ciclismo, el levantamiento de pesas, los paralímpicos -en el riesgo de nombrar algunos y excluir a otros-, hay unas campañas, por no decir batallas, de unos inspirados en solitario que creen en la causa más allá de la sincronía con una política pública.

Así, como en el deporte, puede ser más eficaz el propósito de fortalecer una política más que el de cambiarla. La respuesta debe ser qué impacta más una mejora. Un ejemplo es tocar con pinzas algo tan delicado como el sistema de salud.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

atisbosmariaelisa@gmail.com