La reforma que pudo ser | El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Diciembre de 2018

A PESAR de las dificultades que encontró el Gobierno del Presidente Iván Duque con el Congreso de la República, aunado al hundimiento de importantes iniciativas en el legislativo; durante la noche del domingo entre novenas y villancicos se salvó la reforma política. Finalizadas las sesiones ordinarias del Congreso de la República, se ve con mayor claridad el innegable deterioro de las relaciones entre el Ejecutivo y el gobierno nacional, fracturas provocadas por la negativa del Presidente Iván Duque a continuar con las prácticas de antaño de endulzar a legislativo para sacar adelante los proyectos de su interés.

Sin embargo, y a pesar de los obstáculos encontrados, el Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio del Interior, sacó adelante la Reforma Política, reforma cuya finalidad gira en torno a: (i) Replantear la institucionalidad electoral, (ii) escalonar la renovación de los magistrados, en tanto que, el sistema actual al renovar la totalidad de los magistrados elegidos para cada periodo, impide la construcción de una memoria institucional, y el fortalecimiento de los partidos políticos, entre otros.

Ahora bien, a pesar de que el grueso del articulado fue aprobado por el Congreso de la República se cayeron del texto definitivo, las listas cerradas y el senado regional. Elementos esenciales para garantizar la participación de todos los sectores y regiones del país en el Congreso de la República y el fortalecimiento de los partidos políticos.

La finalidad de las listas cerradas (proceso acompañado de un mecanismo de democracia interna que garantice la participación política de la mujer), estaba encaminada a que la ciudadanía no sólo se sintiera identificada ideológicamente con un partido político, sino que garantizara una renovación al interior de los partidos, se materializara la efectiva y equitativa participación de las mujeres en política, y que se pudiera ejercer un mayor control de la financiación en las campañas y evitar casos, en los que una aspiración al Senado de la República se erigía en una inversión cercana a los 8.000 y 10.000 millones de pesos.

Por su parte, la inclusión del senado regional permitiría que departamentos en el país que hoy no cuentan con representación en esta Cámara, tuvieran más herramientas y voceros que protejan sus intereses y visibilicen sus necesidades.

Pero no todo son malas noticias, a pesar de que en estos elementos no fueran aprobados en la primera vuelta, nada impide que, su discusión se vuelva a dar el próximo año desde el 16 de marzo, cuando se reanuden las sesiones ordinarias en el Congreso.

Finalmente, es imperativo señalar que, para que una reforma política sea completa, incluyente y fortalezca a los partidos políticos, se hace imperativo, que las listas cerradas sean obligatorias en los partidos políticos, que exista un mayor control sobre la financiación de las campañas, que se reduzca el tamaño del Congreso y que se garantice la representatividad en el Senado de todos los departamentos del país. Esperemos que tanto el legislativo como el ejecutivo sean capaces de conciliar, alejarse de las diferencias y luchar por una reforma que el país necesita.

@SamuelHoyosM