Empleo, otra "barrera" para discapacitados | El Nuevo Siglo
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Viernes, 14 de Diciembre de 2018

 

Expertos consideran que el país está un poco atrasado y que se tienen criterios de pensamiento social excluyentes y limitantes

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Enormes desafíos frente a la población con discapacidad en distintos ámbitos como el educativo, el laboral y el social, tiene Colombia. Justamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera que esta es más propensa a estar desempleada o tener un salario inferior.

Datos manejados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelan que en el país existe al menos un 6,4 % de personas discapacitadas, de los ciudadanos en total, y de este porcentaje, más de la mitad están en edad productiva. Pero el Registro para la Localización y Caracterización de Personas con Discapacidad en Colombia (Rlcpd), resalta que la tasa de desempleo de esta población asciende al 22,1 %.

Lo anterior, es tan solo un ejemplo de las barreras que experimenta esta población, ya que aún se piensa que las personas con discapacidad no pueden realizar trabajos serios y de calidad.

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Pocas contrataciones para esta población

En una encuesta realizada a líderes empresariales de diferentes compañías en el año 2015 por el portal Trabajando.com, se refleja esta situación en la medida que el 55 por ciento de los encuestados afirmaron no contratar personas con discapacidad, argumentando que entre ellas existe poca adaptabilidad al clima organizacional.

Al respecto, Jean Marc Van Hissenhoven, el fundador de Mobility, afirmó a EL NUEVO SIGLO que Colombia “está un poco atrasada en los conceptos de inclusión, tenemos criterios de pensamiento social excluyentes y limitantes”.

“La barrera social, por lástima o por discriminación, representa un reto significativo en intervenciones educativas que permitan modificar comportamientos inapropiados, entendiendo que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos y deberes”.

Desde Mobility consideran que mejorar la capacidad de respuesta del Estado, concientizar a la población e industria y crear programas de rehabilitación integral, es una necesidad que se traduce en mayores posibilidades reales de inclusión social y laboral, y que benefician no solo a las personas en situación de discapacidad, sino también a su entorno familiar y cuidadores

 

"Retos inmensos"

El doctor Van Hissenhoven explicó a este diario que en el mundo, muchos países “han puesto poca atención al cuidado de los individuos con capacidades diferentes. Esto ha llevado a que las oportunidades de acceder al trabajo, a la salud, a la educación, a la justicia y en general, a cualquier tipo de actividad, sea poca”.

Consideró que los espacios recreativos e incluso el transporte u otros servicios públicos, “son pobremente ofrecidos”.

“La falta de compromiso político, la falta de fuentes de información y la pobre educación de todos los sectores entorno a esta problemática, hacen que como sociedad tengamos un reto mayor".

Frente a esta situación, aseguró que Colombia se enfrenta a “retos inmensos”. Explicó que primero se debe educar desde tempranas edades a fin de que se entienda que “la diferencia no debe ser un factor tendiente a discriminar. Vivimos en un país que ha validado socialmente la no aceptación de la diferencia”.

Respecto a la integración de la población con discapacidad a un trabajo, afirmó que es “un reto administrativo mayor”, ya que “un sistema laboral concebido como el nuestro limita las oportunidades de muchos individuos capaces”.

Detalló que si bien se está “empezando a formar una cultura de empresarios abiertos a la posibilidad de contratar individuos con capacidades diferentes, aún tenemos un gran camino por recorrer. Por ejemplo, según la sala Situacional del Ministerio de Salud y Protección Social, a noviembre de 2017, tan solo el 10 % de los inscritos en el Registro de Localización y Caracterización de Personas con Discapacidad que se encontraban trabajando tienen contrato a término indefinido”.

Asimismo, reveló que el ámbito educativo es “otro reto inmenso”, ya que una persona discapacitada “está claramente excluida de un sistema de educación orientado a niños normales. El acceso a educación especial es costoso y la oferta es insuficiente”.

Por ello, recordó que existe la Ley Estatutaria 1618 de 2013. “El contenido de esta ley, de ser reglamentado, generaría espacios orientados a disminuir la brecha que tiene que cerrarse para los individuos con capacidades diferentes”.

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Posibilidades para mejorar

Pero no todo el panorama es malo. Explica que en Colombia, Best Buddies ha logrado abrir espacios laborales en 71 empresas y actualmente hay cerca de 617 amigos del alma incluidos laboralmente”.

“Como este ejemplo hay varios, instituciones y personas trabajando todos los días, buscando permear el entorno laboral para hacernos una sociedad incluyente”.

Sobre qué puede hacer la población discapacitada para ser empleada, resaltó que “el modelo del pacto de productividad ha generado compromiso del Estado colombiano con empresarios y con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), para desarrollar en entornos educativos no modificados, competencias laborales en individuos con capacidades diferentes”.

“Este proyecto opera eficientemente en cuatro ciudades del país y pretende expandirse, buscando oportunidad en otras”.

La inclusión social de personas debe ser vista a partir de la oportunidad de enriquecer las diferencias y la diversidad en la sociedad para brindar escenarios de participación positiva”, puntualizan desde Mobility.